La Fiscalía pide 84 años de cárcel para un entrenador de fútbol de 29 años que desde este jueves es juzgado en la Audiencia de Barcelona por agredir y abusar sexualmente de seis menores, cuatro de los cuales eran jugadores de equipos que entrenó en Viladecavalls (Barcelona).
En el juicio, que se ha iniciado hoy en la sección 21 de la Audiencia de Barcelona, han declarado las seis víctimas -dos de ellas, aún menores, lo han hecho sin presencia de público-, y han asegurado que el acusado se aprovechó de la relación de confianza que tenían para abusar de ellos y que, si no permitían las prácticas sexuales, les daba «collejas» o les amenazaba con no jugar el próximo partido.
Según el escrito del fiscal, el acusado empezó con los abusos en 2007, cuando entrenaba a un equipo de fútbol de Viladecavalls e intentó ganarse la confianza de tres jugadores que tenían entre 13 y 14 años.
El acusado les invitaba a comer o cenar después de los entrenamientos, les hacía regalos y, finalmente, con el pretexto de jugar a la consola, les llevaba a su casa.
Las tres víctimas, que hoy han declarado en el juicio, han sostenido la misma versión y han afirmado que cuando llegaban a casa del entrenador, algunas veces los tres y otras solo uno, empezaban a jugar con la consola hasta que el acusado, con el pretexto de masajear sus piernas, se llevaba a uno de los menores a su habitación para hacerle los tocamientos.
Todos ellos han asegurado que, si se negaban, el entrenador les amenazaba con no jugar los próximos partidos y, hasta en alguna ocasión, dio collejas a uno de ellos y cogió por el cuello a otro.
En los tres casos, los abusos se alargaron varios meses hasta que dejaron el equipo de fútbol, mientras que una de las víctimas ha asegurado que los tocamientos ocurrieron más de «doscientas veces».
Tras estos hechos, el acusado volvió a abusar de otro menor en un equipo de fútbol que entrenó en 2015, según el fiscal, haciendo uso de su «relación de confianza y autoridad como entrenador».
Además de estos casos, el acusado abusó presuntamente de otros dos menores a los que ofreció un trabajo en la discoteca que regentaba en Sabadell (Barcelona).
En uno de ellos, se le acusa de abusar de una menor de 14 años a la que además pidió que le enviara imágenes de ella desnuda o realizando prácticas sexuales para que pudiera mantener su lugar de trabajo en la discoteca, por lo que el fiscal también le imputa un delito de captación de una menor para elaborar material pornográfico.
Por su parte, la defensa ha preguntado a las víctimas más antiguas por qué no denunciaron los supuestos abusos cuando ocurrieron hace años.
Los cuatro jugadores de fútbol, que ahora ya son mayores de edad, han coincidido en que en aquel momento temían las represalias y sentían vergüenza.
La abogada de dos de las víctimas, Susanna Vilaseca, ha manifestado a los periodistas que todas las víctimas han ofrecido una versión «muy razonable» del motivo por el que no denunciaron los hechos cuando ocurrieron.
Las denuncias de las víctimas se interpusieron en junio de 2016, cuando supieron que había habido «nuevos casos».
Vilaseca ha afirmado que para el acusado solicitan la misma pena que el fiscal, que para los seis delitos de abusos o agresión sexual pide una pena total de 84 años de cárcel.
1 comentario
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Me parece muy bién.Pero a los curas pederastas parece que los miden con otro rasero...