Imagen de Óscar Troya captada en el Municipal de sa Pobla. | Miquel Alzamora

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Oscar Troya regresa al banquillo del Poblense. El técnico abrirá de nuevo otra etapa como preparador del equipo azulgrana en una temporada apasionante y con el ascenso a Segunda RFEF como gran objetivo. Tras un año alejado de los banquillos, vuelve para sustituir a Pep Barceló y dirigir otra vez a uno de los equipos más notables del fútbol balear en Tercera RFEF. «Al principio tenía ciertas dudas de si quería volver a entrenar o no, pero si tenía que hacerlo era en sa Pobla. Si lo hacía en Tercera División era en el Poblense, por un tema personal porque nos llevamos bien, somos amigos y nos conocemos bien», explicaba el entrenador.

Respecto al objetivo deportivo para el próximo curso, el club quiere mirar hacia arriba. «La intención es confeccionar un proyecto para intentar ascender y ellos saben por dónde cautivarme. Soy un entrenador ambicioso y el club también lo es», apuntó Troya. Sin duda para el técnico el reto es de nuevo mayúsculo. «Vivir el presente me hace olvidar el pasado y no pensar en el futuro. El proyecto del Poblense me tocó la fibra y el corazón y me lo tomo como un nuevo reto. Una posibilidad de trabajar en uno de los mejores clubes de la Tercera División y en un lugar que conozco bien. Es un reto difícil, pero apasionante y que me motiva. Vamos a trabajar para llevar al Poblense a Segunda RFEF o hacer una campaña digna y competir hasta el final, aunque lo que quiere el club es confeccionar un proyecto para ascender, eso lo tenemos todos claro», apuntó Troya.

Este año sabático que se ha tomado el técnico ha sido muy positivo para poder liberar su mente de tantas temporadas al límite. «No lo había hecho nunca. Llevo 25 años con mi mujer y ella no me conocía sin entrenar y necesitaba parar un poco. El Poblense también necesitaba un cambio cuando decidí no seguir y por mi parte necesitaba parar un poco y al año nos hemos vuelto a encontrar», explicaba.

Ahora empieza una tarea intensa a la hora de confeccionar un nuevo plan donde juega un papel fundamental el director deportivo Martí Munar. «Aquí hay que derivar una responsabilidad importante en Martí en la confección de la plantilla y hay que separarla del cuerpo técnico. Tenemos voz y voto, pero se centraliza el trabajo sobre él. El equipo ha hecho una buena temporada, un buen playoff y el Poblense dispone de un buen bloque y la idea es renovar a la mayoría de futbolistas, aunque no nos hemos sentado todavía. Todo ha sido muy rápido y ahora hay que hablar y analizar cada uno de los pasos. Tenían un buen equipo y los resultados están ahí. Vamos a ver qué podemos renovar de ese bloque y de ahí saldrán las necesidades de fichajes que pueda tener el club. El máximo responsable en este capítulo será Martí Munar, el año pasado lo hizo muy bien y el anterior conmigo también y es la persona indicada», apuntaba Oscar.

Además esta temporada con la reestructuración de la Tercera todo indica que va a ser muy competitiva con equipos bien reforzados y preparados para todo y es necesario armar un buen grupo para poder cumplir con los objetivos marcados.