El presidente del club Florentino Pérez encabezó la expedición del Real Madrid, que llegó a las 18:35 horas, con 20 minutos de retraso respecto al plan previsto, a la Catedral de la Almudena con el ruido de las campanas de fondo. Fueron recibidos por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, además del Cabildo de la Catedral, que está formado por los Canónigos -sacerdotes elegidos por el Obispo para dirigir y administrar la misma-.
Tras la entrada de Florentino Pérez y parte de su directiva, así como jugadores y cuerpo técnico, bajaron del autobús los dos primeros capitanes del Real Madrid, el brasileño Marcelo y el francés Karim Benzema, con la 'orejona' en sus manos hasta depositarla en el interior de la Catedral. Tras ellos, fueron Luka Modric y Nacho Fernández los encargados de entrar con la Liga conquistada esta temporada. Aquel 30 de abril, la celebración se limitó a acudir a la Fuente de Cibeles, ya que cuatro días después tenían el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones contra el Manchester City.
Tras la bienvenida por parte del arzobispo de Madrid, fue Florentino Pérez el que tomó la palabra. «Ha sido un triunfo basado en los valores forjados en nuestra historia de 120 años, como el esfuerzo, trabajo, sacrifico y solidaridad. Este grupo de jugadores es un referente y un ejemplo para niñas y niños de todo el mundo. Este equipo y su cuerpo técnico es, ante todo, una gran familia. Todos tienen una inmensa capacidad de trabajo y sacrificio, que es lo que nos ha llevado a ser lo que somos y representamos. Todos compartimos un mismo sentimiento, que han servido para que estas alegrías se puedan vivir en cualquier lugar del mundo», comenzó el presidente del conjunto blanco. Después, tuvo unas palabras en recuerdo a la pandemia del coronavirus: «Es el colofón a una temporada inolvidable, fantástica. Deseamos que este tiempo tan difícil que nos ha tocado vivir pase definitivamente y que la normalidad que poco a poco vamos recuperando se quede para siempre», dijo. «Cardenal Carlos Osoro, quiero corroborar aquí el objetivo de nuestro Real Madrid para alcanzar un mundo más justo, como hacemos con nuestra Fundación Real Madrid», concluyó.
Tras Florentino Pérez, fue Osoro el que, como anfitrión, se dirigió a los jugadores del conjunto blanco. «Anoche cuando veía por televisión el partido comprobaba lo que significa de verdad construir la cultura del encuentro, que nos compromete a todos personalmente, y vosotros lo hicisteis», arrancó. «No es una cuestión de sentimiento, es estimulante compartir un camino con los demás, apoyaros mutuamente en la búsqueda del éxito, esforzaros por tejer una red de relaciones que pueden hacer de nuestra vida juntos una verdadera experiencia de fraternidad, una caravana de solidaridad y una peregrinación santa. Gracias de corazón por lo que habéis hecho. Que seáis capaces de seguir promoviendo esa cultura del encuentro en busca de los mejores valores que el ser humano puede tener», terminó.
Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, se encargó de leer los ruegos. Para finalizar, toda la plantilla se acercó a los pies de la Virgen de la Almudena para ofrecerles los trofeos de la Liga de Campeones y la Liga. Tras hacerse una foto de familia y recibir el aplauso y el cariño con fotos, firmas y gritos de agradecimiento tanto de los que tuvieron la oportunidad de presenciar el acto en directo como de los que esperaron fuera a 30 grados centígrados, la plantilla blanca salió, a las 19:07 horas hacia su siguiente destino, la sede de la Comunidad de Madrid.
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