Marco Asensio. | Efe

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El último día de mercado se presenta intenso en el Real Madrid, principalmente por la posible marcha de Marco Asensio. El jugador malloquín finaliza contrato en junio de 2023 y por lo tanto hay que traspasarlo o renovarlo, pero hasta ahora no ha sucedido ni una cosa ni la otra. En diciembre de 2014 el conjunto blanco anunció el fichaje por espacio de seis temporadas (en 2017 se el modificó y se le amplió hasta junio del año que viene). El club blanco se llevaba la joya de la corona del Mallorca por un precio módico, casi regalado. El jugador viajaba en vuelo privado a la capital, firmaba y regresaba a la Isla en calidad de cedido.

Eran otro tiempos. El Mallorca cobró 3,9 millones por el jugador y la entidad de Florentino Pérez aprovechaba el estado de guerra civil en el club rojillo, por aquel entonces dirigido por apoderados y se hacía con un jugador por el que media Europa pujaba. El Mallorca percibibía de esta forama casi cuatro millones por la venta de su gran perla. Una cantidad inferior a la que refleja su cláusula de rescisión, que ascendía a 4,5 millones, y algo superior a la que se había puesto sobre la mesa en un principio. Sin embargo, en el club bermellón dieron por buena la operación al considerar que el defectuoso contrato del jugador le podría haber facilitado otro tipo de salida, mucho menos beneficiosa desde el punto de vista económico (el agente del jugador ya remitió en su momento un burofax a Dudu Aouate advirtiéndole de esa posibilidad) y mucho más traumática atendiendo al plano deportivo.

Pasado

Entre otras cosas, porque en el caso de haber forzado al Madrid a abonar íntegramente su cláusula, Marco hubiera abandonado casi con toda seguridad el conjunto bermellón a partir del día 1 de enero (varios conjuntos de Primera ya se habían interesado por su cesión), con todo lo que ello supone. De esta manera, la SAD balear se aseguró el concurso hasta junio del mejor futbolista de Segunda y evitó una posible denuncia del contrato. Marco siguió en la Isla hasta final de temporada y después se marchó al Madrid que lo cedió al Espanyol durante el curso 2015/2016. Fue a partir de la temporada 2017 cuando engrosó a todos los efectos la camiseta blanca hasta esta temporada. Ahora resta por conocer si seguriá en la disciplina del club blanco hasta que finalice su contrato en 2023 o por el contrario la situación se desatasca y acepta alguna de las propuestas que tiene su agente, Jorge Mendes, sobre la mesa.

Según apuntan desde el club y recoge la agencia Efe, el jugador descarta una salida y cumplirá su año de contrato restante a la espera de una propuesta de renovación. Resuelta la situación que ha protagonizado desde la pretemporada, el jugador confía en empezar a recibir minutos y tener más continuidad con Carlo Ancelotti. Más goles. Marco Asensio quiere seguir de blanco, pero el Madrid valora otras opciones. Todavía hoy hay tiempo para que se pueda dar uno de los últimos traspasos del verano.