Como suele ser habitual en una fecha tan señalada dentro del calendario futbolístico, las necesidades de apuntalar las plantillas con nuevos rostros y de dar salida para ello a algunos de los que ya estaban propició un flujo constante de información y futbolistas desde primera hora de la mañana.
Y gran parte de ese ajetreo tuvo su epicentro en la Ciudad Condal. Que el conjunto barcelonista iba a moverse se daba por hecho y la ausencia de Joao Félix en el entrenamiento matinal del Atlético de Madrid le puso rápido en el punto de mira. El atacante aterrizó a primera hora de la tarde antes de que hiciese lo propio su compatriota Cancelo.
La presencia de los dos efectivos lusos en Barcelona llegó cuando ya se habían confirmado las salidas a préstamo de Lenglet y Fati y mientras cobraban fuerza la venta del extremo marroquí Ez Abde al Betis y la cesión de Eric García al Girona. Todas las operaciones acabaron confirmándose en el transcurso de la jornada.
Mientras, en el eterno rival, el Real Madrid, calma. Apagado en las horas previas el fuego que hubiera supuesto la llegada de Kylian Mbappé, dándose por sentado que se quedaría en el PSG; el protagonismo lo adquirieron la cesión de Reinier al Frosinone y a última hora la venta de Álvaro Odriozola a la Real Sociedad.
En el Atlético, al margen de la salida de Joao Félix no sucedió nada más. De esta manera el extremo belga Yannick Ferreira Carrasco sigue integrado en la disciplina del club a la espera del mercado saudí, que cierra el 20 de septiembre.
Otro conjunto madrileño, el Getafe, fue uno de los más prolíficos. Un nombre destaca por encima del todos, el del delantero Mason Greenwood, quien llega cedido por el Manchester United con el objetivo se centrarse en el fútbol y dejar de lado sus problemas extradeportivos. Le acompañarán Óscar Rodríguez y Diego Rico, a préstamo desde el Sevilla y la Real Sociedad respectivamente.
El cuadro andaluz dio además la carta de libertad durante el día a Papu Gómez y a Oussama Idrissi además de cerrar a última hora el refuerzo del delantero Mariano Díaz a expensas de las pruebas médicas y el aterrizaje como cedido de Boubakary Soumaré (Leicester). En el caso del conjunto vasco presta además al delantero Jon Karrikaburu y al lateral Álex Sola al Alavés y al centrocampista Robert Navarro al Cádiz.
Ajetreo hubo también en el Girona, por lo de Eric García, porque Cristian Portugués «Portu» iniciará una segunda etapa en el club y porque el colombiano Jhon Solís llega para ocupar el puesto dejado por Oriol Romeu. En el Celta ya visten de celeste Mihailo Ristic (Benfica) y Vicente Guaita y no lo hace Gonçalo Paciência, prestado al Bochum.
Se va también, del Cádiz, el ariete Milutin Osmajic (Preston North End) pero llega Rominigue Koumané (Troyes). Y hace lo propio el centrocampista Gui Guedes (Oporto) en el Almería, club que suma a sus filas al mexicano César Montes (Espanyol). Además el bético Paul Akouokou es cedido al Olympique de Lyon, Miguel de la Fuente al Leganés desde el Alavés, Pablo Muñoz deja el Rayo por el Deportivo de La Coruña y Samu Castillejo y Clément Grenier ya no pertenecen al Valencia y al Mallorca respectivamente. Por último Álvaro Fernández irrumpe como cedido en el Granada desde el Manchester United.
Todo lo que se cerró durante la tarde tuvo su eco en la sede de LaLiga, donde el organismo facilitó a los medios de comunicación una sala en la que poder seguir minuto a minuto el desarrollo de los acontecimientos desde que se abrieron las puertas a las 17:00.
La tranquilidad fue la tónica dominante en el tramo inicial, pero con el paso de las horas todo se fue agitando. El fichaje de Joao Félix fue uno de los que despertó mayor expectación, si bien la presencia de medios nacionales, locales e internacionales provocó que cada operación definitiva fuese relevante.
Además desfilaron ante los medios protagonistas de LaLiga como Luis Gil, director de Competiciones, o Javier Gómez, director general corporativo. Ambos explicaron detalles de cómo se vive el día en la sede y del proceso que se sigue para dar por buenas las transferencias.
«Tenemos una herramienta informática en la que a partir de las doce de la noche los clubes no pueden introducir nada. Pasa primero al departamento de control económico, donde se analiza dentro de los límites económicos si se puede o no dar paso a competiciones. Allí se corroboran todos los requisitos para tramitar una licencia. El club lo sube a la plataforma, se valida en control económico y en competiciones, y desde ahí se traslada para que todo el mundo tenga constancia», explicó Gil.
«En control económico somos siete y en Competiciones hay cuatro. Interactuamos por correo electrónico y por una plataforma a través de la cual se envía toda la documentación. Hoy el teléfono se usa más para agilizar. Los clubes saben perfectamente qué tienen que remitir, no hay que recordarles nada. Aquí estamos para verificar que todo llega bien y que tienen el saldo disponible. El último día los clubes saben al céntimo el margen que tienen», señaló Gómez.
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