Pili Espadas, referente del club, se retiró a finales de la temporada pasada. | Francisco Ubilla - FRANCISCO UBILLA

TW
0

El equipo femenino de la Unión Deportiva Collerense ha cumplido sus primeros 25 años de vida y por este motivo será una de las entidades protagonistas en la Gala del Fútbol Balear que se celebrará este viernes en Son Amar organizada por la FFIB y que cuenta con el patrocinio de Ultima Hora. El club de Can Caimari, que ha convertido la popular barriada a la que representa en la capital del fútbol femenino en Mallorca, ha alcanzado un aniversario especial.. Un cuarto de siglo dándolo todo, cuidando la formación de cientos de jugadoras y acunando a algunas de las estrellas que más brillan en la galaxia deportiva de estos días.

Fundado en 1999, el Collerense ha sido un ejemplo la mayor parte de su vida. Acampado en la Tercera Federación –la cuarta categoría del actual sistema de ligas españolas– el equipo del Coll d’en Rabassa rompió enseguida el techo y los moldes del fútbol balear femenino. Pese a no ser el club más antiguo –Montaura, Algaida o Independiente se fundaron antes– ha pasado 22 de sus 25 años en alguna división nacional. Y hace tres lustros, con los recursos justos, consiguió un histórico ascenso a la Superliga, la Primera División actual, en la que permaneció compitiendo cara a cara contra los grandes durante siete inolvidables temporadas.

Desde entonces ha sido todo un referente para las jugadoras. Si los niños soñaban con jugar en el Mallorca o en el Atlètic Baleares, las niñas querían hacerlo alguna vez en el Collerense. Aunque fue uno de los fundadores de la Asociación de Clubes Fútbol Femenino, bajó de Primera División cuando empezaban a llegar los ingresos económicos que han permitido a ciertos equipos ir avanzando hacia la profesionalización. La ilusión entre las pequeñas por vestir de rojo y azul no solo se mantiene, sino que se ha disparado a raíz del boom que supuso el Mundial conquistado por España gracias a jugadoras como Mariona Caldentey y Cata Coll, con pasado en Can Caimari cuando se iniciaban en el mundo del fútbol. Pero sin duda alguna, la jugadora emblema del club ha sido Pili Espadas, cuya retirada a finales de la pasada temporada ha coincidido con las bodas de plata del club.