El piloto mallorquín de Suzuki ha sido el protagonista de un encuentro con los medios de comunicación en el Circuit Mallorca de Llucmajor: http://bit.ly/3fGfvJM | M. À. Cañellas

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Joan Mir ya está en Mallorca para celebrar con sus más allegados el histórico título mundial de MotoGP logrado hace dos semanas en Cheste. El piloto mallorquín de Suzuki fue el protagonista de un encuentro con los medios de comunicación en el Circuit Mallorca de Llucmajor, antesala de la caravana motera que le conducirá hasta el Consolat de la Mar, donde esta tarde tendrá lugar el homenaje institucional al deportista.

Mir compartió sus sensaciones tras alcanzar el cielo en el mundo del motociclismo en su retorno a Mallorca, días después de finalizar el Campeonato del Mundo en Portugal y tras cumplir con una serie de compromisos. El nuevo rey de MotoGP piensa que la clave de su victoria reside en que «a pesar de no ser el más rápido, he sido el más regular y siempre he dado el cien por cien. Otros han ganado más carreras, pero nosotros siempre hemos estado en el podio», afirmó el portador del número 36 en el carenado de su Suzuki.

El isleño, campeón mundial de Moto3 en 2017, aseguró también que su objetivo principal para el año que viene es seguir mejorando como piloto e intentar ser «más rápido». Mir matizó que quiere «luchar por las vueltas rápidas» y eso solo podrá conseguirlo si mejoran la moto y su rendimiento.

Mir

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También dejó claro que en 2021 no solo competirá contra Marc Márquez, sino que puede haber otros pilotos que soprendan, igual que lo ha hecho él esta temporada. Aunque añadió que sí ve al piloto catalán como «favorito» y que podrá «aprender muchas cosas» compitiendo junto a él.

Mir se mostró feliz tras haber conseguido su primer título con Suzuki, un proyecto que imaginaba que sería a largo plazo, pero que finalmente pudo convertir en forma de título en su segundo año en la categoría reina del motociclismo.

El piloto balear confesó también que esta temporada ha sido «muy complicada» y que su «principal rival» ha sido la pandemia. Por ello, no ha podido venir a Mallorca durante la temporada y se ha tomado «muy en serio» y de manera «responsable» las medidas de seguridad, ya que un positivo suponía no puntuar y podía poner en peligro, además de su salud, la temporada y el título que compartirá con la afición mallorquina.