El filial derrota al colista y sale del sótano

2 MALLORCA B: 2 MALLORCA B: Leo Franco (1), Fernando Porto (1), Pep Lluís Martí (1), Ivo (1), Potenzoni (1), Maldonado (2), Diego Tristán (2), Alyson (2), Vaqueriza (1), Alvaro Novo (1) y Ramón (1).
Cambios: Perera (1) por Alyson, Peñaranda (1) por Porto y Sastre (-) por Ramón.
0 OURENSE: Ramón (2), Agustín (0), Pichi (1), Baba Sule (1), Modesto (1), Kortina (1), Morán (1), Djurdjevic (0), Curras (1), Jorge (0) y Fonsi (1).
Cambios: Gaúcho (1) por Pichi, Víctor (1) por Morán y Nando (-) por Djurdjevic.
ARBITRO: Moreno Delgado (0). Horroroso. Amonestó con la cartulina amarilla a los locales Maldonado, Alyson y Vaqueriza y al visitante Djurdjevic. Expulsó por doble amonestación a Agustín en el minuto 93.
INCIDENCIAS: Héctor Cúper y Eduardo Basigalup siguieron el partido desde el palco. Cerca de 500 aficionados en las gradas.
GOLES:
Minuto 89, Ramón marca de cabeza a pase de Ivo, 1-0.
Minuto 92, Diego Tristán marca de fuerte disparo lejano, 2-0.
Diego Tristán y Ramón sacaron al filial del sótano. En tres minutos de inspiración, cierre de un final galáctico, el Mallorca B asomó la cabeza entre la zona más cálida de la tabla. Atrás quedaron más de ochenta minutos de sopor, hacinamiento en el centro del campo y un fútbol acorde con dos equipos que nunca imaginaron un fin de partido semejante. Unos respiran, los otros ya piensan en su nueva categoría (2-0).
El Ourense parecía jugarse más en el envite que el Mallorca B. Los gallegos se resignaban a viajar la próxima temporada en autocar y a compartir penas con rivales cercanos y encuadrados en el grupo I de Segunda B. Pichi, con una zurda que brilla a ráfagas y Baba Sule, con más cuerpo y mayor presencia, tocaron en un círculo central sin dueño. Morán y Kortina se ofrecieron hasta que su físico desapareció y los de Juan Hernández, sin excesos, aproximaban sus carencias por el área de Leo Franco. En el conjunto balear sólo aparecía Alyson. El centrocampista brasileño puso la calidad, el toque, el criterio, pero siempre marró en la última asistencia. De sus botas salieron las mejores opciones de ataque y un disparo suyo, al filo del minuto 44, fue la única aproximación rojilla.