Una
calurosa bienvenida. Eso es lo que se va a encontrar la expedición
mallorquinista a su llegada a Kössen. Calurosa por dos motivos:
porque la región austriaca se ha volcado con el Real Mallorca y por
las altas temperaturas que los últimos días azotan el lugar de
concentración del equipo rojillo.
ENVIADOS ESPECIALES A KÖSSEN (AUSTRIA)
El calor ha sido la tónica habitual en los días anteriores a la
llegada del Real Mallorca a Kössen. A última hora de ayer llovió,
después de que en los últimos tres días no cayera ni una gota de
agua y la temperatura rondase los 33 grados. En la zona son
habituales las tormentas de verano que refrescan la atmósfera pero
este año no se estaban produciendo. Por fin ayer se retomaba el
guión normal y la lluvia volvía a aparecer.
El del calor no va a ser un contratiempo importante ya que Mario
Gómez tiene previstos los entrenamientos del equipo para primera
hora de la mañana y última hora de la tarde, aprovechando los
momentos del día que mejor temperatura hace.
Kössen se ha volcado este año con el Real Mallorca. El buen
papel que realizó el conjunto bermellón la pasada temporada
-subcampeón de la Recopa y tercero en la Liga- no han pasado
desapercibidos y en el campo de fútbol donde el conjunto
mallorquinista realizará los entrenamientos se ha desplegado una
gran pancarta que les da la bienvenida.
El césped de los campos se encuentra en perfectas condiciones y
varios jardineros daban ayer los últimos retoques para dejar la
hierba a la altura que pidió el delegado del equipo, Damián
Amer.
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