El Angliru adquiere el protagonismo en la Vuelta a España 1999

De igual forma que el Tour de Francia o el Giro airean con vanidad la dureza y exigencia de las rampas de sus montañas, con especial énfasis en 'cols' como el Tourmalet, el Aubisque, L'Alpe D'Huez, La Marmolada o el también mítico Mortirolo, la Vuelta ha hallado una cima que sustituya a los Lagos de Enol, poco visitados por la protesta ecológica, y que le pueda aupar por encima de las otras dos 'grandes'.

Las comparaciones entre El Angliru, o La Gamonal, y el Mortirolo, considerado el puerto más exigente del planeta se han sucedido. Sus números lo dicen todo: desde las faldas, existe un desnivel de 1.224 metros, longitud de 12'5 kilómetros, pendiente media del 9'8 por ciento y máxima que alcanza tramos con el 22.

Los 3.480 kilómetros divididos en veintiún etapas (más el prólogo y un día de descanso), 10 de ellas llanas, 9 de media y alta montaña (5 llegadas en alto) y 103 kilómetros contra el cronómetro reunirán a 21 equipos, tras la no aceptación del Mercatone Uno "sin Pantani" y 189 corredores.

Junto a la elite nacional (Olano, Escartín, Jiménez, Heras, por citar los más relevantes) surgen entre los favoritos para el amarillo de La Castellana los foráneos Alex Zülle, recuperado tras su última actuación en el Tour del trauma psicológico de la sanción por dopaje, Bobby Julich (Cofidis) o el ruso Pavel Tonkov (Mapei).

Finalmente, Laurent Jalabert formará parte del pelotón después de acelerar su recuperación de la fractura de clavícula y hueso peñasco del oído que se produjo en Castilla-León, aunque, tal y como reconoció Saiz, no pugnará por el podio y sí preparará el Mundial.