TW
0
XISCO CRUZ/ALBERT ORFILA Fernando Vázquez es el técnico que ha subrayado Antonio Asensio en la lista de futuribles que maneja. De trato exquisito, algo excéntrico y siempre implicado en proyectos del fútbol gallego, el de Castrofeito (A Coruña) y que se declara profundo admirador de Arrigo Sacchi, abre el abanico de opciones que baraja el club balear para coser el roto. Después de abordar un amplio periplo en el Lalín (86-91) y de pasear sus conocimientos por la categoría de bronce del balompié nacional (Ferrol y Lugo) José María Caneda lo reclutó para que encabezara un proyecto que debía amarrar a la SD Compostela en el puerto de la Liga de las Estrellas.

Desde el 94 fue el inquilino del vestuario celeste y logró mantener a los de San Lázaro en una categoría que estrenaban tras lustros de ostracismo. Mantuvo el bloque, logró sacarle punta a la calidad de hombres como Fabiano, Penev u Ohen y depuró un sistema perfecto basado en la presión, la transición rápida del balón y la efectividad de sus puntas. Aplicó su 4-4-2 de forma flexible y consiguió que la temporada 95/96 el conjunto gallego se colgara la etiqueta de equipo revelación.

Abandonó el banquillo del Compos para aplicar su pizarra en el Carlos Tartiere de Oviedo y sacarle brillo a su currículum. A sus 44 años afrontaba un nuevo reto y logró situar al conjunto ovetense en la décimocuarta plaza del curso anterior, aunque durante gran parte de la primera vuelta el Oviedo se movió por zona UEFA. De hecho, su salida del conjunto astur fue un tanto oscura.