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20/6/99. El Mallorca B recibe al Hércules. Ultimo partido de Liga en Segunda División. El filial necesita un punto para lograr la permanencia ante un equipo que desde hace varias semanas ha cerrado su ciclo en la categoría de plata. El desenlace, inesperado (1-3). Los alicantinos arrastran en su caída al grupo balear y le sacan los colores. El domingo (16.45 horas, Lluís Sitjar) y tres meses después, ambos equipos cruzan sus trayectorias y se reparten sus miserias. Es un partido que resucitará viejos y oscuros recuerdos.

Un escalón por debajo y con estructuras, filosofías y conceptos diferentes, ambos conjuntos vuelven a mirarse a la cara. Poco queda de aquel Mallorca B de finales de junio (Raúl Valencia, Alvaro Novo, Alyson y Alvaro Cámara) y sus argumentos son antagónicos al del pasado curso. Al otro lado, un bloque que conserva la esencia, el presupuesto y la masa social de su postrera etapa en Segunda División. Viajan a Palma con la etiqueta de líder colgada en la solapa y miden el potencial de un grupo tierno y sin madurar.

El club mallorquín ha fijado el partido del filial para el próximo domingo a las 16.45 horas en Es Fortí. Es decir, dos horas antes del compromiso que debe afrontar la primera plantilla frente al Numancia en el Estadio de Son Moix. Así, y teniendo en cuenta que el choque finalizará sobre las 19.00 horas, es complicado pensar que el aficionado se desplace hasta el Lluís Sitjar para seguir las evoluciones del filial.