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Vázquez enseña sus cartas. El técnico del Real Mallorca no quiere atarse a un sistema de juego determinado, le gusta jugar por las bandas, tener el balón y se considera un devoto de Arrigo Sacchi y Johan Cruyff. Fernando tiene las ideas muy claras y, pese a la vitola de técnico de pizarra, reconoce y asegura que los partidos se empiezan a ganar en los entrenamientos y con el trabajo diario.

«Sacchi transformó mucho el fútbol, principalmente en el concepto defensivo. En el ofensivo quizá no tanto, en este aspecto admiro a Cruyff, lo idoneo es la combinación de los dos, si esto fuera posible, aunque es muy complicado».

Pese a la etiqueta de entrenador de pizarra con el que ciertos medios bautizaron en su momento al técnico rojillo, Vázquez destierra total y absolutamente esta hipótesis. «Los partidos no se ganan con la pizarra. Creo que los partidos se ganan en los entrenamientos y trabajando día a día. La pizarra es sólo un elemento para explicar algunas cosas, soy más de trabajo en el terreno de juego. Sin embargo una práctica debe combinarse con una teoría. El saber no es negativo si después hay práctica», aseguró.

El entrenador gallego huye también del látigo en el vestuario y de la confrontación frente a frente con los jugadores cuando existe algún problema. Vázquez sustituye la mano dura por otras alternativas también válidas. «Dialogar es muy bueno. Mantener el compromiso del diálogo continuo cuando las cosas van bien o van mal es muy positivo. Lo que un entrenador tiene que hacer es sacar el mejor rendimiento a sus jugadores».