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Fernando Vázquez puso en liza el pasado domingo uno de los puntos de su manual de entrenador. El técnico de Castrofeito abandonó el hotel de concentración a las once de la mañana y lo hizo para acudir al estadio de Balaídos y comprobar personalmente cual era el estado del céspd.

Vázquez no deja nada a la improvisación y el domingo por la mañana acudió en compañía del Jefe de Prensa, Joan Frontera, el delegado, Damián Amer, el fisioterapeuta, Joan Antoni Martorell y el jefe de material, Luis Martín, a las instalaciones del equipo vigués para supervisar personalmente cómo estaba el verde del campo en el que su equipo debía jugar pocas horas después.

Fernando tiene esta costumbre cuando el partido se juega el domingo por la tarde y la tranquilidad de la concentración permite abandonar el hotel donde están hospedados los futbolistas.

El técnico rojillo comprobó como el firme de Balaídos estaba muy corto y rápido. «A mí me gusta el campo rápido y por la tarde estará rápido. A mí y a la gente en general le gusta que el campo esté muy rápido». Vázquez no se equivocó y el verde del estadio estaba muy mojado y la pelota rodaba con mucharapidez.

De hecho el jardinero del campo dio manguera casi una hora seguida antes de que diese inicio el partido entre el Mallorca y el Celta. El manual de Fernando Vázquez indica también que el once titular debe darse en el vestuario una hora antes de que de inicio el partido.

De hecho los futbolistas llegan al campo sin conocer si van a jugar o no y, como ocurrió el pasado domingo, tras pisar el césped la hora y media antes del encuentro, Vázquez reunió a todos los futbolistas en el vestuario y les dio a conoce qué equipo se enfrentaría al Celta a partir de las cinco de la tarde.