Echar un vistazo a la clasificación de la Liga LEB resulta un
ejercicio edificante. Bàsquet Inca y Menorca han rubricado una
apetura de curso sin parangón y el gobierno balear es absoluto.
Nadie da más: primero y segundo. El grupo de Olmos, el eterno
perdedor de la segunda categoría del baloncesto nacional, se ha
convertido en la gran sensación por motivos obvios. En su hoja de
servicios aparece un solo gazapo "Córdoba" y su trayectoria ha
disparado las expectativas.
En Menorca la situación es diferente. La Salle Maó está
acostumbrado a moverse siempre entre los mejores, aunque las
reducciones presupuestarias que aplicó durante este verano parecían
predestinarle a moverse en un escalafón inferior. Pero la realidad
ha quebrado cualquier augurio teñido por el pesimismo. Pedro
Martínez, el relevo de José Luis Oliete en el banquillo del
Menorca, está sacando un rendimiento extraordinario a una plantilla
corta pero con argumentos. La manos de Josep Oriol Humet, director
técnico del club, vuelve a notarse. Josep Pacreu, Ismael Torres,
Montgomery y Patricio Reynés son los principales argumentos de un
equipo que apunta alto. «Ahora mismo vivimos el presente y
lógicamente estamos satisfechos de como nos están saliendo las
cosas. Es cierto que el presupuesto del club ha sufrido una
reducción importante, pero siempre he tenido fe en la plantilla y
sobre todo en el trabajo», apuntó Pedro Martínez a la hora de
valorar la trayectoria de su equipo. Para el técnico catalán uno de
los principales problemas del Menorca radica en el elevado
componente de juventud que anida en la plantilla. «De los equipos
que están arriba somos los que menos experiencia tenemos y eso
puede notarse, aunque repito que estoy satisfecho con lo que
tengo».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.