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Bàsquet Inca piensa en un futuro junto a Paco Olmos. El club tiene la intención de encomendar su proyecto al técnico de origen valenciano y así se lo ha hecho saber. La ampliación de su contrato "el actual expira al término de esta temporada" puede cobrar oficialidad en las próximas semanas, básicamente porque las partes implicadas en la negociación coinciden en las líneas maestras del proyecto.

Olmos no ha necesitado más de cuatro meses para convencer a la entidad de que su discurso es solvente. Con uno de los presupuestos más bajos del mapa LEB ha construido un equipo ganador; se ha adaptado al entorno del club y no ha tardado demasiado en granjearse el respeto de una categoría que le observaba con cierta arrogancia. Su trabajo en Inca no está pasando desapercibido y en apenas diez jornadas de competición Olmos es un entrenador que cotiza al alza. Ha pasado de ser un entrenador con cartel en Liga EBA a despuntar en una liga profesional y además con un equipo con estigma perdedor. Bàsquet Inca sabe que la labor de su técnico ha despertado el interés de diversos clubes con cartel y cerrar su renovación se ha convertido en una cuestión prioritaria por diversas circunstancias.

En el aspecto económico, el club tiene claro que entablar negociaciones con la temporada en curso puede beneficiarle sobremanera, entre otras cosas porque elimina la presencia de competidores. Bàsquet Inca también tiene claro que si rubricando ahora la renovación de Olmos reforzaría sobremanera su figura. Otro argumento que la directiva valora sobremanera cabe buscarlo en el talante que ha mostrado el valenciano desde que llegó a Inca. Olmos piensa en plural, en construir un club, no en conseguir resultados a cualquier precio y mejorar las condiciones de su contrato.