El vicepresidente del Mallorca, Joan Buades, en un momento de la rueda de prensa.

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El vicepresidente del Real Mallorca y asesor jurídico del club, Joan Buades, expuso ayer en rueda de prensa los puntos más concretos del amplio dosier de 14 páginas que remitirán hoy al Comité de Apelación para intentar rebajar la sanción de Germán Burgos.

El Mallorca basa sus alegaciones en el historial limpio que tiene el jugador y hará hincapié en otros aspectos como que hubo provocación previa o que el juego no estaba parado ya que todos los protagonistas estaban preparados para el saque de un corner.

Este es uno de los puntos de la defensa pero no el único ya que el club quiere también que se tenga presente que medió provocación previa. «Este punto es complicado ya que no tenemos prueba ni videográfica ni oral pero conocemos que hubo una provocación verbal previa del jugador Serrano hacia nuestro portero. Pese a no haber pruebas dejamos claro que es imposible que un futbolista agreda a otro sin más y sin motivo. Esto es lo que se denomina un criterio de razonabilidad».

Las alegaciones entregadas hoy por el Mallorca también reflejan puntos que el Mallorca quiere que se analicen en su justa medida por los miembros de Apelación. Buades también recuerda al Comité que «Burgos no tiene un historial conflictivo y esto es otra cuestión de hecho y por lo tanto sostenemos que hay una provocación previa, que no podemos demostrar pero el acta arbitral tampoco dice nada que hay una agresión del portero al delantero».

Otro de los puntos destacados en este amplio dosier es la consecuencia de la agresión. Buades explicó que «la normativa de la Federación es clara, uno de los hechos que determinarán la sanción es la gravedad de la lesión. No hay duda de que el jugador abandonó el terreno de juego pero si esta acción hubiese acontecido en la primera parte que no quepa duda que en la segunda habría vuelto a salir».