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PEP SANSÓ El Real Mallorca visitó Vitoria con la intención de mantener su racha ascendente demostrada en los últimos partidos de Liga. Los mallorquinistas no lograron olvidarse del partido del jueves frente al Ajax, lo que no les permitió mantener el ritmo y la intensidad exhibidos en los últimos encuentros. El empate logrado permite mantener la escalada hacia las plazas que dan opción a estar en Europa. Los dos equipos saltaron al campo con un mismo patrón de juego, el 1-4-4-2, lo que ayudó a que el partido fuera muy igualado posicionalmente, haciendo que ninguno de los dos equipos tuviera alguna zona de superioridad numérica.

Los primeros compases fueron mejores para el Alavés, debido a que al Mallorca le costaba tener la intensidad suficiente para presionar y poder recuperar la pelota, al mismo tiempo que no tenía el día inspirado para poder controlar el balón y mantener el control del juego. Todo ello facilitó que los de Mané se avanzaran en el marcador gracias al gol de Kodro, y que el cuadro de Vázquez no tuviera capacidad de respuesta hasta que se llegó al tiempo de descanso.

Vázquez reclamó a los suyos la intensidad de la que se careció en los primeros cuarenta y cinco minutos y que era necesaria para afrontar con garantías la segunda mitad. Se buscó con insistencia a Diego Tristán, el hombre más inspirado cara a la portería rival que posee ahora mismo el equipo. Primeramente en una acción individual, y después rematando una asistencia de Lauren desde la derecha, el sevillano ponía por delante al Mallorca. Con la entrada de Julio Salinas, el Alavés puso contra las cuerdas a los de Vázquez.