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El proyecto del Bàsquet Inca se tambalea. Su último desencuentro con el Consell Insular de Mallorca (CIM) ha derivado en un golpe inesperado. El club no recibirá un duro de la comisión de Deportes del CIM, que ha decidido dar un giro de ciento ochenta grados en política de concesión de subvenciones. El Inca, que en el presupuesto que había elaborado para afrontar el actual ejercicio había previsto un ingreso de 6 millones de pesetas procedentes de las arcas del CIM, ha reaccionado con incredulidad y convocando a los miembros de su junta gestora a una reunión extraordinaria prevista para esta misma noche.

La postura del Consell ha dejado herido de consideración al Bàsquet Inca, que en las próximas horas estudiará la posibilidad de adoptar algún tipo de medida. «No acabo de entender porque nos han tratado de esta forma; me parece que se han reido de nosotros y la verdad es que no lo entiendo», significó Sebastià Penya, máximo mandatario de la entidad inquense, al término del cónclave que mantuvo con Mateu Sedano, presidente de la comisión de Deportes del CIM. «El Consell se comprometió en su día a respaldar nuestro proyecto durante los cuatro años de duración de la franquicia y existe un documento firmado. Ahora nos dicen que no sin darnos ningún tipo de argumento convincente. Me parece absurdo e injusto», añadió el directivo.

Un sector de la gestora del Bàsquet Inca, según ha podido saber esta redacción, es partidaria de adoptar un paquete de medidas drásticas. La primera de ellas pasaría por renunciar a participar en la inminente edición de la Copa Príncipe de Asturias. «Está claro que la postura que ha adoptado el Consell ha generado una profunda indignación entre la directiva y el propio entorno del club. De todas formas, mañana (hoy para el lector) se analizará la situación. No debemos precipitarnos, aunque tenemos claro que el Consell nos ha cerrado sus puertas y que esto supondrá un revés económico importante para la entidad».