Biagini, junto a su inseparable compañero Esteban Cambiasso, en un descanso de la selección albiceleste. (Foto: El Gráfico).

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Fernando Vázquez se despertó ayer con un objetivo irrealizable: que Leo Biagini adelante su regreso a Palma. El técnico gallego solicitó la presencia del delantero, que se encuentra en Brasil disputando con su selección una plaza para los Juegos de Sidney, antes de que finalice dicho preolímpico esgrimiendo que «si no está bien, lo lógico es que vuelva». Vázquez pedirá al Real Mallorca que haga las gestiones pertinentes para reclamar la presencia del jugador cuanto antes. Independientemente de lo que haga el club, la negativa de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), parece cantada de antemano. Visiblemente molesto con el protagonismo que están tomando las lesiones bajo su dirección en el banquillo mallorquinista, Vázquez mostró su escepticismo ante el estado real de Biagini, que no puede jugar partidos completos por culpa de la pubalgia que viene arrastrando. «Si sólo está para jugar treinta minutos significa que no está bien así que lo lógico es que regrese. No sé si necesita una nueva intervención o no, sobre eso no opino, pero si la solución a su problema es rápida, podríamos estar a tiempo para que nos ayude. Si por el contrario tiene que ser operado, es probable que cause baja para toda la temporada dado que tampoco queda tanto tiempo», argumentó el técnico.

Respecto al polémico uso de electroestimulantes que están realizando por su cuenta algunos jugadores de la plantilla, Vázquez declinó hablar sobre su preparador físico, Manuel Pombo, y entendió que él tampoco lo hiciera: «De según qué cosas vale más no defenderse. Si hay alguien que tiene que dar explicaciones soy yo, puesto que la responsabilidad es mía». afirmó.

En cuanto al supuesto incremento de las bajas en la presente temporada, el entrenador bermellón indicó que los únicos jugadores que se han perdido partidos por culpa de roturas fibrilares han sido Miquel Soler y ahora Ariel Ibagaza.