Son Moix puede rozar el lleno, algo inusual esta temporada.

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El partido ante el Espanyol se ha convertido de vital importancia para el Mallorca, no para Vázquez como él mismo afirma, ya que es la entidad la que se juega mucho en este partido que de ganar tendría la salvación a un paso. Ya se sabe que el técnico es el primero que paga los platos rotos en una situación de crisis, pero el de Castrofeito está muy tranquilo y sabe que su vida seguirá ligada al fútbol aunque no sea en el Mallorca como así parece después de los últimos movimientos extraños en el seno del club.

Vázquez ha trabajado duro a lo largo de la semana con sus hombres en busca de la recuperación psicológica que parece ser el punto débil de los jugadores tras dos meses de gran ritmo de partido entre Liga y UEFA y aunque con una baja importante como la de Diego Tritán -máximo realizador- confía plenamente en que los que juegen sacarán el partido adelante para dejar a un lado los rumores sobre su posible destitución.

Lo cierto es que el Mallorca sólo ha perdido dos partidos de Liga en Son Moix, ante el Real Madrid, y el de hace quince días frente al Rácing de Santander, quizás el que más daño ha hecho al equipo pues de tener esos tres puntos la situación ahora sería muy diferente, pero el técnico sigue mandando mensajes de optimismo. «Confío plenamente en el equipo y soy mucho más optimista que aquéllos que no creen en nuestras posibilidades ante el Espanyol».

Por otra parte y salvo la baja de Tristán, el resto de los hombres están disponibles aparecen en la convocatoria el juvenil Robles, la gran revelación del partido ante los turcos, y el jugador del filial Güiza que puede tener minutos si las cosas no salen bien, ya que es un delantero nato. La nota más positiva: ver Son Moix rozando el lleno.