Carles Moyà vuelve a sonreir y observa con ilusión y esperanza el
más inmediato futuro. Tras volver a levantar un Copa en Estoril, el
mallorquín centra su atención en el Torneo de Montecarlo y observa
como el trabajo, las horas de recuperación y los entrenamientos
vuelven a dar sus frutos.
Carles derramó lágrimas de alegría cuando se vio otra vez capaz
de dar lo mejor sobre una pista de tenis. Así lo relataba a
Ultima Hora . «No lloré de rabia, lloré de nervios
tal vez. Uno empieza a recordar todas las situaciones, todo lo que
he llegado a sentir. Nunca lloré por una victoria, ni cuando gané
Roland Garros, ni cuando llegué a ser número uno. Supongo que salió
todo lo que aguanté estos últimos meses, hay muchas cosas que la
gente no sabe. Yo también me he visto mal en algún momento, ir de
un hospital a otro, de un país a otro por el tema de la lesión y no
poder concretar nada era desesperante, no sabía a quién creer.
Ahora quiero olvidarme de esto y extraer las cosas positivas»,
manifestó Carlos.
El tenista recupera su mejor juego y las circunstancias ya no
pueden con él. «Ahora no me afecta ni el viento, ni la lluvia ni
ninguna de estas situaciones que antes si me perjudicaban, prefería
jugar cuando había sol. Ahora estoy muy motivado, quieras o no es
fácil cuando estamos en el principio pero espero que esto no sea
sólo esta semana sino también en el futuro», señaló.
Moyá llegó a tener momentos de mucho desánimo y llegó a pensar
si era conveniente o no tirar la toalla. «Esto cuando las cosas no
te salen lo piensas. Por ejemplo cuando me decían que tenía que
estar bien y no estaba, en Australia no podía y veía que no había
solución, que no había salida. Había momentos cuando la espalda no
me dejaba que lo pasé muy mal, entraba en la pista y tenía que
salir y esto ocurrió más de quince veces», señaló Carles.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.