Carlos Moyá vuelve a sus orígenes. El tenista mallorquín ha abandonado Barcelona y ha fijado su centro para realizar los períodos de entrenamientos en la Isla. Moyá seguirá entrenando con Josep Perlas, pero ha contratado también al menorquín Juan Bosch. El polideportivo Príncipes de España puede ver como el que fue número uno del mundo pasa temporadas entrenando en sus pistas.
Los meses que Carlos Moyá pasó sólo en Barcelona debido a su lesión de espalda han sido determinantes para que el mallorquín tomara esta decisión. El jugador isleño ha manifestado a sus más allegados que lleva siete años en Barcelona y que ya está cansado de estar allí. Volver a una casa solitaria y no poder comer caliente han sido factores que han pesado mucho a la hora de tomar esta decisión. Así Moyá fijará su centro de entrenamientos en Palma, pero no su residencia. El tenista mallorquín la tiene fijada en Suiza por temas económicos y por el momento allí seguirá.
Otra de las novedades en el entorno Moyá es la presencia de su amigo Juan Bosch, que ocupará el cargo de segundo entrenador, pero que tendrá las funciones de Josep Perlas en algunos de los desplazamientos.
La Escuela Superior de tenis del Govern Balear es la gran beneficiada de la decisión de Carlos Moyá. Jofre Porta, director técnico, tiene pensado recuperar a algunos de los tenistas isleños que están entrenando en la península o traer nuevos jugadores foráneos. De todos modos, Jofre Porta asegura que Carlos Moyá tendrá buenos sparrings en los jugadores isleños Mario Calvo, Camilo Soler y Rafael Nadal.
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