La junta directiva "no confundir con el consejo de administración"
ha dejado de existir ya que el club ha comunicado por carta a todos
sus componentes que se prescinde de sus servicios. No obstante,
todos ellos presentaron al término de la pasada temporada su
dimisión y pusieron el cargo a disposición de la entidad.
Esta junta no tenía ninguna función específica, por no decir que
su labor era nula durante los años en que estuvo formada. Algunas
de las personas que la integraban entraron en el club de la mano de
Bartolomé Beltrán, otros, en cambio, se incorporaron cuando Antonio
Asensio formó el primer consejo de administración y Reynés nombró a
diecisiete personas al margen del consejo que completaban la lista
de directivos.
Pocos de estos directivos tenían una función determinada y
realmente trabajan para el club. De los diecisiete Antoni Calafat
viajaba y representaba a la entidad y Joan Forteza se preocupaba de
actos sociales, Antoni Planas es prácticamente un ejecutivo más y
Guillem Cervera trabajaba en el equipo filial y en el juvenil. El
resto se limitaba alguna que otra vez a ir al palco para presenciar
ciertos partidos o incluso ni eso.
Por este motivo, el nuevo consejo de administración tomó la
decisión de agradecerles sus servicios y prescindir de ellos.
Francisco Matosas, vicepresidente del Grupo Zeta y cosejero del
Mallorca, manifestó esta semana en Última Hora
Radio que se estudiaría una manera de incorporar a gente en el seno
de la entidad pero dejaba entrever que la fórmula seguida de
confeccionar una junta directiva como la que existía no tenía mucho
sentido. «No sé qué fórmula vamos a emplear pero en el proyecto
queremos integrar a cuantas más personas mejor. Intentaremos idear
un sistema por el cual todos los que quieran colaborar con nosotros
puedan hacerlo», señaló el hombre de confianza de Antonio
Asensio.
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