Rayo Vallecano y Mallorca empataron a dos tantos en un igualado
encuentro, en el que ninguno de los dos logró romper las
estadísticas, y los de Vallecas seguirán esperando su victoria 100
en Primera, y los baleares su primera en el estadio Teresa Rivero
donde siguen sin conocer la victoria.
El fútbol que se vio en la primera parte no se dejó contagiar
por el gélido frío en Vallecas, y desde el pitido inicial los dos
equipos pusieron el calor en el ambiente. Pudo marcar el Rayo en el
primer minuto por medio de un disparo de Bolo a balón parado que se
marchó besando la escuadra de Leo Franco. El Mallorca respondió
rápido y con contundencia. El «Caño» Ibagaza supo rastrear el área
rayista, y cazar un balón muerto para batir a Keller. El panorama
que dejó el tanto fue claro.
El Mallorca especuló, y lo terminó pagando, mientras que el Rayo
se volcó por la remontada, pendiente de la retaguardia donde la
velocidad de Carlos y Eto'o podía causarles más de un disgusto. La
encerrona del Rayo comenzó a dar sus frutos. La velocidad por
bandas de Michel y Helder, y el orden de Poschner dieron sus
frutos. Primero perdonó Bolic sólo desde el punto de penalti, hasta
que apareció nuevamente la pizarra de Juande Ramos, para que Ramón
De Quintana con un testarazo pusiese en el minuto 33 la igualada en
el marcador. La avalancha rayista no se enfrió con el empate, y
diez minutos después una pared preciosista entre Michel y Poschner
acabó con el tanto del oportunista Quevedo, que hacía justicia.
En la reanudación, el Rayo bajó el ritmo del encuentro, que se
llenó de monotonía por la incapacidad del Mallorca de tomar la
iniciativa. Sólo se rompía esta monotonía por disparos lejanos por
parte de ambos equipos, pero sin llevar inquietud a la meta
contraria.
Al final, el Mallorca se reencontró con el arma favorita de su
entrenador, y que domina a la perfección, el contraataque. Con
presión en el medio del campo, salidas rápidas y cambios de
orientación, llegó el tanto del empate definitivo, por medio de
Etoo aprovechando el despiste de la zaga rayista, que arriesgó
demasiado en los fueras de juego. Hasta el final se prolongó la
monotonía, perdonó el Mallorca con dos ocasiones de Finidi y el
Rayo con tímidas oportunidades que no llegaron a materializarse
pagó su falta de garra en la segunda mitad.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.