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EFE. Dos goles marcados por Javi Morerno, el «pichichi» de la Liga en los minutos finales, hicieron sufrir al Real Mallorca, que ganaba con comodidad (4-1) a falta de ocho minutos para que concluyera el partido.

Ambos equipos mantuvieron un duelo cerrado por el control del centro del campo, donde se concentró la mayoría de jugadores y, en ocasiones, el ganador fue el Alavés y, en otras, el Mallorca, con un tiempo de posesión del balón muy dividido en ese período de tiempo. El equipo de Luis Aragonés defendió mejor que en otras ocasiones -en ocho partidos ha tenido que remontar un marcador adverso-, aunque no pudo evitar que su rival se acercara en varias ocasiones con auténtico peligro hasta el meta Leo Franco, como en los minutos 8 y 43, a través de sendos remates de Magno. El propio Magno estrelló un balón en el poste (min. 14), pero a partir de ese momento, el Mallorca se hizo dueño de las acciones, como se pudo comprobar con el intenso trabajo que empezó a tener el meta Herrera. Dudó la defensa del equipo de Vitoria y cometió errores de bulto, como en el minuto 37, cuando entre Herrera y Karmona no se entendieron, dejando el balón a Luque que falló con la portería vacía.

Pero Luque, que no había jugado los dos últimos partidos por lesión, protagonizaría la gran jugada de la primera parte al correr por la banda, dejar a dos rivales en el sueño y centrar para que Marcos, tras un engaño de Eto'o, marcara con su pierna derecha. Se estiró el Alavés, pero sin mucho convencimiento. No había claridad en su juego y ni Jordi Cruyff ni ninguno de sus compañeros en la zona ancha pudo sintonizar con Javi Moreno, el goleador de la Liga que luchó mucho, y Magno. El final fue de infarto en Son Moix. Dos goles del «Caño» Ibagaza, el mejor de su equipo, colocaron el 3-1 en el marcador.

Novo marcó el 4-1, resultado que parecía definitivo porque corría el minuto 82, hasta que surgió la vena goleadora de Javi Moreno. En tres minutos, marcó dos goles e impidió la fiesta que ya se estaba gestando en las gradas de Son Moix.