El australiano Mathew Hayman, del equipo holandés Rabobank, un
auténtico desconocido en el pelotón internacional, fue el gran
protagonista de la segunda etapa de la Challenge Vuelta a Mallorca,
disputada entre Manacor y Can Picafort con 181 kilómetros de
recorrido.
La jornada fue realmente anodina, el corredor neoprofesional
australiano se marchó en el kilómetro 4 de carrera, llegando a
tener hasta 21 minutos de ventaja y se presentó en la línea de meta
con cinco, por lo que pasa a ser el nuevo líder de la competición.
Lo cierto es que pocos esperaban que este espigado corredor pudiera
llegar a buen término su hazaña, pero la permisibilidad del pelotón
fue determinante para que al final consiguiera su propósito. Sólo
durante algunos kilómetros otros corredores intentaron mover la
carrera, sobre todo en la subida del Coll d'Honor donde se formaron
dos grupos perseguidores, uno integrado por dos corredores y otro
segundo formado por diez hombres entre los que se encontraba el
mallorquín Toni Colom que puntuó en cuarto lugar por el alto de
montaña. Pero este grupo no fue a más u aunque logro algo más de un
minuto de diferencia sobre el gran grupo, al final fue reducido
como ocurrió también con los dos escapados que perseguían al
gigante australiano.
Pero los kilómetros fueron haciendo mella en Hayman y a falta de
unos 20 kilómetros su ventaja comenzó a reducirse de forma
alarmante, aunque ya era demasiado tarde para cazarle a pesar del
trabajo de los equipos con esprinters y del Kelme que también tiró
durante algunos kilómetros.
Así las cosas el camino quedaba libre para que Hayman remataba
su hazaña con el triunfo de etapa y pasara a dominar la mayoría de
clasificaciones complementarias además del Gran Premio. El esprint
en el pelotón lo ganó Erik Zabel.
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