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77 DRAC INCA: Cabral (14), Stacey (17), Montañana (4), Villar (7), Lightfoot (7) "cinco inicial", Edu Sánchez (9), Mons (0), Crespo (2), Luis Merino (5) y Santi Aldama (12).
19 de 42 en tiros de 2 puntos. 9 de 15 en tiros de 3 puntos. 12 de 15 en tiros libres. 36 rebotes (24 en defensa y 12 en ataque). 22 faltas personales.
69 MENORCA BÀSQUET: Reynés (11), Deveaux (7), Savane (5), López Vilas (14), Santana (24) "cinco inicial", Morón (0), Rubén Fernández (0), Alba (8) y Jordi Muñoz (0).
22 de 39 en tiros de 2 puntos. 4 de 16 en tiros de 3 puntos. 13 de 21 en tiros libres. 28 rebotes (17 en defensa y 11 en ataque). 22 faltas personales.
Àrbitros: Garmendia Zorita (Madrid) y Sacristán Barazón (País Vasco). Excluyeron por cinco faltas personales a Santana (Menorca) y castigaron con una falta técnica a Lightfoot (Drac Inca).
Incidencias: Palau d'Esports. Algo más de tres cuartos de entrada para presenciar la repetición parcial (a partir del minuto 2) del Drac Inca-Menorca, correspondiente a la jornada número 27 de Liga LEB.

ALBERT ORFILA
Nadie en Inca debería sentirse especialmente orgulloso del 9-A. Es una fecha que delata oprobio y cualquier decálogo reclama un silencio cómplice. El pragmatismo más cruel dictó sentencia y la hipótesis de la justicia universal se quedó en eso, en materia esotérica; en un aspecto intangible que aparece y desaparece sin ningún peso estadístico.

Ajeno a casi todo, el Menorca abrió el partido aferrado a la clarividencia de Mario Santana. El alero mahonés se hartó de dedicar sus acciones y jugó un papel fundamental en el ligero gobierno que ejerció su equipo durante todo el primer acto. Produjo mucho en ataque y miniaturizó a Anthony Stacey en defensa. Inca funcionaba a tirones, se enredaba con facilidad en la terañana que tejió el Menorca y su principal argumento lo personificaba un jugador que, por lesión, no disputó el partido de hace dos semanas: Santi Aldama.

El 2.13 del Inca está inmenso y esta vez Sitapha Savane encontró un campo minado. Orlando Lightfoot, héroe de la pretérita remontada, pasó casi inadvertido. Se dejó notar por un gesto "falta y técnica de forma consecutiva" que acabó propiciando la máxima ventaja visitante (27-36). Un triple de Cabral frenó la hemorragia y dos más en la apertura del tercer cuarto dispararon la cotización de su equipo. Inca emergía y al Menorca empezaba a fallarle la respiración. Volcó el marcador en el minuto 23 y el partido fue presa de un efecto dominó, un paseo militar que arrasó con todo lo que olía a Menorca.