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84 GRANADA: (43+41) Romero (19), Liñán (11), Serrano (11), Mesa (8), Félix Sánchez (2) -cinco inicial-, García (0), Talaverón (16), Manzano (12), Casin (5) yJavier Pin (0). 16 de 47 en tiros de 2 puntos. 13 de 25 en tiros de 3 puntos. 13 de 22 en tiros libres. 38 rebotes.
73 DRAC INCA: (42+31) Cabral (14), Stacey (13), Miralles (13), Villar (4), Lightfoot (10) -cinco inicial-, Edu (2), Mons (9), Montañana (2), Crespo (1) y Aldama (5). 20 de 43 en tiros de 2 puntos. 7 de 23 en tiros de tres puntos 12 de 15 en tiros libres. 41 rebotes.
ÀRBITROS: Mínguez y Sánchez. Sin eliminados.

ALBERT ORFILA
El primer paso fue en falso. Granada pisó al Drac Inca y se apropió del primer partido de la serie. El que suele tener un influjo relevante sobre su desarrollo y también la conclusión final. El baloncesto que expuso el grupo balear nunca adquirió equilibrio y lo pagó viviendo siempre por debajo en el marcador, en un escalafón inferior. En tiempo de playoff emergen los ganadores, los tipos con carácter y Miguel Àngel Cabral encontró poca colaboración. Stacey no fue Stacey y Willy Villar no dio señales de vida.

Torpe y errático en la apertura, el cuadro mallorquín acumuló un déficit que le mantuvo apartado del partido durante todo el primer cuarto. Convertido a la fuerza en actor secundario, Granada no tuvo excesivos problemas para otorgar lustre a su plan. Todo lo que no debía permitir, ocurrió. Ernesto Serrano encontró vía libre y se aplicó con una soltura casi insultante. Su equipo dominaba todas las facetas del juego, fundamentalmente porque el partido se había adoptado una forma muy interesante para los andaluces: con un ritmo muy vivo. En siete minutos, Granada había cosido una renta que alcanzaba los 12 puntos (19-7). Nada funcionaba en la escuadra mallorquina.

El primer movimiento de Abós fue sentar a Willy Villar y entregar el mando del equipo a Edu Sánchez. Mejoró algo el aspecto del Inca, aunque fue con la irrupción de Javier Crespo y Llorenç Mons cuando los mallorquines empezaron a respirar. Cabral empezaba a ver aro y el perímetro cobraba una relevancia especial. A golpe de triple, el partido empezaba a cobrar una nueva dimensión. Granada empezaba a sentirse incómodo. Stacey anotaba su primera canasta en el minuto 14 y dos tiros libres de Lightfoot redondeaban la reacción visitante. Un parcial de 14-23 dejaba el partido en manos de nadie (43-42). La primera acción del tercer cuarto provocó una imagen inédita. Stacey penetraba a canasta y situaba a su equipo un punto arriba (43-44). El duelo quedó atrapado en un continuo intercambio de canastas, aunque Granada fue mucho más directo. Romero adquirió una trascendencia especial y Drac Inca desfalleció en el último cuarto, prácticamente en su ecuador, cuando Manzado firmó un 2+1 que disparaba a su equipo (72-60).