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EUROPA PRESS. Europa estaba en juego en El Madrigal. La Liga de Campeones y la UEFA eran los objetivos dispuestos sobre la mesa. Villarreal y Mallorca hicieron un partido a la medida de lo que se esperaba. El empate a dos refleja perfectamente lo que fue el encuentro, con una primera mitad de total dominio local, y una segunda parte en la que sucumbió el Villarreal ante un equipo balear que fue de menos a más.

En el Mallorca, las bajas condicionaron al equipo, ya que las ausencias de Finidi, Eto'o y Engonga se notaron, tal vez en exceso, agravadas además por la lesión del portero Leo Franco a los veinte minutos de juego. La iniciativa en los primeros 45 minutos la llevó el equipo que entrena Víctor Muñoz, que ejerció una mayor presión en el centro del campo, circunstancia que le valió para recuperar una serie de balones con los que armar el ataque. Una combinación a tres bandas entre Amor, Victor y Palermo, tras un grave error de Nadal, supuso el 1-0 y la demostración de que si al delantero argentino le llegan balones al área, es infalible. El 1-0 fue determinante, pues el Villarreal aumentó su presión y el Mallorca apenas pasó del centro del campo. Otra pared, esta vez entre Calleja y Víctor, propició el 2-0 en un buen remate del delantero extremeño.

Aragonés no quiso esperar para arreglar los errores cometidos por su equipo, y con un doble cambio quitó a Luque y Biagini para dar entrada a Güiza y a Carlos, dos cambios decisivos. No se hizo esperar el tanto del Mallorca en su primer remate a puerta. En el saque de un córner, Ibagaza le sirvió un balón perfecto a Carreras, quien se adelantó a la defensa amarilla y envió de cabeza a las mallas de la portería amarilla.

El Mallorca despertó con este tanto y comenzó a devolverle la presión que los amarillos habían ejercido en la primera mitad. Ello les permitía acercarse con mayor peligro al área de López Vallejo. Cambiaron las tornas en la segunda parte porque el dominador del juego pasó a ser el equipo mallorquín. Una individualidad de Carlos le permitió al jugador del equipo balear dejar atrás a dos defensores del Villarreal y buscar el remate de Güiza en el segundo palo. Era el empate a dos y comenzaba de nuevo el partido, pero esta vez con un Mallorca cada vez más confiado después de remontar un 2-0.