Mesa alargada, vino de Rioja y el hombre más buscado. El reloj
recomendaba almorzar cuando Luis Aragonés, flanqueado por una
docena de veteranos del Real Mallorca, irrumpía en Los Rafaeles. El
día había amanecido acompañado por una portada demoledora:
«Fichado, el Atlético ata su futuro». No podía ser una comida más y
alguno de los comensales no dudó en intentar satisfacer su
curiosidad: «¿Te quedas o te vas?». Luis apenas se inmutó. Ataviado
con un jersey azul marino y sentado justo enfrente del mítico
Julián Mir, se le notaba a gusto con los Toni Salom, Àngel Bolao,
Tomás Jaume, Amador Cortés, Tolo Salom, Sebastià Company, Luis
Ladaria y cía, aunque también cuentan en voz baja que no fue
demasiado explícito.
En la comida de los sabios nadie quiso poner al anfitrión contra
la pared, pero en una de las muchas e inevitables tertulias que se
forman cuando la mesa no es redonda, un tipo con amigos en las
oficinas del Vicente Calderón no se andó con rodeos. «Me han dicho
que ha firmado tres años». Horas después, Luis Aragonés comparecía
ante los medios de comunicación. Había cambiado de indumentaria y
también de compañeros. Imbuido en un chandal también azul, se le
notaba más intranquilo. A su lado sólo estaba Joan Frontera y en
frente ya no estaba Mir, sino un puñado de periodistas. El primer
disparo fue rojiblanco y el de Hortaleza no se sorprendió. Veinte
preguntas después, el lío era enorme.
El entrenador del Mallorca, a quien el rotativo madrileño
«Marca» situaba ayer en el Atlético de Madrid, acabó dejando
demasiados cabos sueltos en su monotemática comparecencia ante los
medios de comunicación. No desmintió y desmintió; priorizó su
continuidad en la Isla y dejó de priorizarla; habló de una reunión
con Antonio Asensio Mosbah "«dentro de ocho días»" y dejó entever
su malestar con la SAD balear por haber tanteado ya a dos
entrenadores nacionales "se que han hablado con Mané y con otro».
De hecho, lo único que quedó claro es que la situación de Aragonés
en el Mallorca es demasiado confusa, igual que una de las
sentencias que más se escucharon durante la tarde de ayer en la
Ciudad Deportiva Antonio Asensio. «Yo soy entrenador de fútbol y no
puedo decir dónde voy a estar mañana. Es imposible, ni yo lo
sé».
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