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EFE-FUKUOKA
4 ESPAÑA: Rollán, Ballart, Hernández (3), Iván Pérez (1), Molina, Gómez, Daniel Moro "equipo inicial", Iván Moro, Sánchez Toril y Marcos.
2 YUGOSLAVIA: Sostar, Trbojevic, Savic, Jeleniv, Ciric, Sapic, Vujasinovic "equipo inicial", Zimonjic, Ikodinovic (1), Uskokovic (1), Pekovic y Vukanic.
Àrbitros: Tulga (TUR) y Clara (ITA). Pitaron nueve exclusiones a España y 10 a Yugoslavia y eliminaron por tres exclusiones a Savic.

La selección española de waterpolo se negó a entregar la corona mundial ganada hace tres años en Australia y revalidó su título en Fukuoka al derrotar por 4-2 a Yugoslavia, en una final que los hombres de Joan Jané dominaron de principio a fin. España, que disputaba su cuarta final consecutiva en otros tantos mundiales, anuló el juego ofensivo de los yugoslavos con una presión constante y una concentración sin fisuras. El trabajo del portero Jesús Rollán fue decisivo. El equipo regresa así al podio después de la decepción de los Juegos de Sydney, en los que fue cuarto. Se despidió entonces el seis veces olímpico Manuel Estiarte, pero el torneo firmado por España en Fukuoka confirma que el relevo generacional está asegurado. Gabi Hernández, autor hoy de tres goles, marcó el primero de ellos a los dos minutos y medio de partido, en la primera superioridad numérica para los españoles.

Yugoslavia, vigente campeona de Europa, empató a 1:30 del primer descanso por medio de Uskokovic, también aprovechando una exclusión de Iván Moro. Un segundo tanto de Hernández permitió a los españoles empezar el segundo tiempo con una mínima ventaja y desplegar su incontestable juego defensivo. Aun a costa de cargarse de exclusiones "Iván Moro y Gustavo Marcos se quedaron a una de la eliminación", la selección conservó su renta tras el 0-0 del segundo parcial. El tercer tiempo se abrió con un tanto de Ikodinovic que sería el último para Yugoslavia. Iván Pérez y, de nuevo, Gabi Hernández adelantaron 4-2 a España y obligaron a los rivales a una precipitación que acabó con sus opciones. Los errores en los pases y los tiros al poste marcaron el juego de Yugoslavia en el último periodo, mientras Joan Jané reorganizaba las marcas para apuntalar su ventaja y ordenaba a sus hombres apurar las posesiones.