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FERNANDO FERNÀNDEZ El caluroso y tranquilo verano ha dado paso a una marejada en los despachos del Palau. Pere Andreu Cortés ha presentado a la gestora su dimisión como director deportivo del Bàsquet Inca, lo que supone una pérdida de ilimitada trascendencia para la entidad a pocas horas de iniciar los entrenamientos del equipo profesional.

La directiva del club de es Raiguer le ha propuesto al técnico que medite su decisión en vistas a evitar lo que parece irreversible. Según ha podido saber esta redacción, la determinación de Pere Andreu es definitiva, y sólo un giro radical puede evitar que el lunes se haga oficial su marcha de un club en el que su papel ha sido determinante desde su llegada a los despachos del Palau.

Es el primer revés que sufre Drac Inca en una temporada marcada en lo económico por la herencia dejada por José Antonio Artigas, y que a la postre ha repercutido en las arcas del club, y por lo tanto, en la capacidad para llevar a cabo adquisiciones para el conjunto profesional. Pere Andreu Cortés llegó al club inquense hace poco más de un año, avalado por una trayectoria excelente a nivel nacional, y especialmente motivado por cumplir el sueño de poder trabajar en el equipo de su tierra.

Su trabajo se ha orientado hacia el baloncesto de base, pero junto a José Luis Oliete, se puso manos a la obra para completar las piezas que conforman el Drac Inca 2001/2002, al que la ausencia de una pareja americana y el adiós de Pere Andreu pueden pasarle factura a corto plazo, más teniendo en cuenta que el trabajo comienza en dos días, que las restricciones del mercado se incrementan con el paso de las jornadas, y que la temporada que se avecina es la más dura que se deberá afrontar en todos los aspectos.