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Anota, rebotea, defiende, crea espacios... La tercera etapa de Alberto Alzamora en Inca no tiene parangón. Prestaciones galácticas y santo y seña de un equipo que no ha tardado demasiado en mostrarle como una de sus referencias más importantes. Depués de un tímido paso por la ACB "Girona" y un año repleto de estridencias en Melilla, Alzamora está ofreciendo su mejor versión y también finiquitando un viejo debate sobre el tres o el cuatro. Lo suyo es jugar cerca del aro. De hecho, la sociedad que ha formado con Kelby Stuckey está arrojando buenos dividendos. Quizás el inquietante Larry Richardson tenga algo que ver en su extraordinaria explosión, pero los números están ahí y no admiten excesivas interpretaciones.

Independientemente del futuro que le aguarde a Richardson en el plantel profesional del Drac Inca, la competición ha dejado meridianamente claro que el equipo de Oliete no necesita ningún cuatro extracomunitario. Alzamora es el hombre y eso invita a replantearse las cosas. Un simple vistazo pone al descubierto que a Richardson se le ha agotado el crédito, pero también que su recambio debe ser casi antagónico, un jugador que domine el perímetro y que suponga un salto de calidad real. Hoy por hoy, el Drac Inca tiene un problema grande: no hay recambios solventes para Sergi Grimau y el propio Alberto Alzamora.

«Estoy jugando y las cosas me están saliendo más o menos bien. Me siento más cómodo que otros años, pero aquí lo importante es que el equipo gane», asegura Alzamora, quien ha marcado en rojo la inminente cita de Santiago. «No han ganado ningún partido y están hundidos en la clasificación, pero la Liga no ha hecho más que empezar y está claro que su equipo es muy interesante. Su línea exterior es muy buena y dentro también tienen a buenos jugadores. No creo que salgan muy presionados por el simple hecho de que sólo se han disputado tres jornadas de competición, pero si muy motivados».

El mallorquín tiene claro que «también es un partido importante para nosotros porque si ganamos nos metemos arriba. ¿Los árbitros? Nosotros lo que tenemos que hacer es jugar a balonceso e intentar estar por encima de los malos arbitrajes. Ante el Manresa no nos respetaron y lo que más me preocupa es la falta de criterio que estamos observando en estos primeros partidos. De todas formas, hay que olvidarse de estas cosas».