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Atrapado en un laberinto, es imposible adivinar hacia dónde camina el Mallorca. Primero con Krauss y ahora con Kresic, los pasos en falso se amontonan. De un tiempo a esta parte, casi todos sus movimientos están en entredicho. Nadie parece quedar exculpado. Futbolistas, entrenador, planificación y propiedad, cuatro iconos perfectamente definidos, están bajo sospecha. Inevitable en tiempo de crisis. En el inventario aparecen muchas cosas.

· Relevo generacional
El equipo balear lleva un buen puñado de temporadas funcionando sobre un armazón que ya ha recorrido muchos kilómetros. Apoyado en treintañeros muy solventes, el Mallorca se ha acostumbrado a vivir junto a la flor y nata de Europa. Nadie se ha atrevido nunca a poner fecha de caducidad a una serie de futbolistas claves en el dibujo, pero ahora los resultados delatan que nada es eterno. El rendimiento de algunos jugadores no tiene nada que ver con el de antaño, pero tampoco parece haberse planificado el relevo generacional. Los fichajes que ha realizado la SAD balear esta temporada (Vicente, Fatih, Cristian Díaz y Veljko Paunovic) no han implicado ningún salto de calidad. De hecho, ninguno de ellos puede ser considerado titular indiscutible.

· La empresa que vende
Los propietarios de la SAD balear han aireado siempre el mismo discurso: hay que vender para subsistir. Desde que se rubricó el regreso a Primera División, el Mallorca se ha ido desprendido temporada tras temporada de sus mejores futbolistas. Los traspasos de jugadores como Dani (FC Barcelona), Lauren (Arsenal) o Diego Tristán (Deportivo) han sido multimillonarios, pero su política nunca ha cambiado. Nadie puede dudar que equilibrar el balance (gastos e ingresos) ha sido una obsesión. El Mallorca es una empresa que vende mucho y compra poco. Es un ejercicio lícito, pero cuando las cosas no funcionan, la hinchada acaba preguntándose si lo más aconsejable sería alterar el guión. La Liga abre en diciembre un nuevo plazo para incorporar a nuevos jugadores.

· Kresic por Krauss
Si nadie llega a explicarse cómo el Mallorca no fue capaz de retener a Luis Aragonés, tampoco nadie duda que fichar a Bernd Krauss fue un gran error. Los números del alemán no se prestan a demasiadas interpretaciones. Destituido después de una derrota en Liga de Campeones "ante el Schalke 04", el club apostó por Sergio Kresic. El preparador croata ha hecho carrera entrenando a equipos condenados a luchar por objetivos menores. Eso sí, garantiza trabajo y su conocimiento del fútbol español tampoco admite dudas. Sus planteamientos suelen ser eminentemente defensivos. Se ha encontrado un vestuario anímicamente roto y la enfemería llena. Debutó con victoria ante el Rayo Vallecano, pero perdió en Londres y Pamplona.