En el momento de encarar el tramo más decisivo de la temporada, el
grueso del mallorquinismo y de la afición hace piña, arropando al
máximo exponente del deporte mallorquín. El president del Govern de
les Illes Balears, Francesc Antich, como buen aficionado y hombre
con estrecha tradición futbolística en su familia "fue jugador y
presidente del Algaida", expresa su punto de vista sobre el
presente y el futuro de un Real Mallorca que pugna agónicamente por
escapar del descenso. En una entrevista concedida a la página web
oficial de la entidad mallorquinista, Antich reconoce estar
sorprendido «por el cambio extremo que se ha suffrido en la
clasificación de un año a otro, si bien es cierto que los éxitos y
los fracasos dependen de factores incontrolables».
Al mismo tiempo, el inquilino del Consolat de la Mar piensa que
«en los momentos actuales, nadie debería dejar de ser optimista. En
primer lugar, los jugadores, trabajando para mantenerse en la
categoría, y el público sabiendo traducir en positivo su
preocupación», significó un Antich, que demandó «el apoyo de la
afición. El Mallorca lo necesita más que nunca». La primera gran
cita es ante el Espanyol, por lo que «el domingo de Pascua, los
mallorquinistas deben acudir al estadio, animando 90 minutos».
Cuando faltan siete partidos para el final de la liga española,
Real Madrid, Valencia y Deportivo de La Coruña no pueden ceder
puntos en sus salidas a Sevilla, Tenerife y San Sebastián,
respectivamente. Tan sólo dos puntos separan al tercer clasificado,
el Deportivo, de los dos punteros Real Madrid y Valencia, en uno de
los finales de campeonato más igualado de los últimos tiempos. Por
si faltase poco, Celta, Betis y Barcelona, que les siguen en la
tabla de posiciones, todavía tienen posibilidades de triunfo en
Liga, puesto que su diferencia de puntos todavía es algo superable.
Mientras el técnico del Deportivo, Javier Irureta, mantiene que si
gana a la Real Sociedad las cosas se pondrán muy bien para su
equipo en relación con el Real Madrid, que debe visitar La Coruña
en la última jornada, las cuentas del Madrid son otras.
La consigna de los jugadores del Real Madrid es que todos los
encuentros hasta el final son claves y así se deben afrontar. Para
el partido del sábado en Sevilla, en medio de la celebración de
procesiones de Semana Santa, el Madrid no podrá contar otra vez con
Luis Figo, pero su sustituto, Solari, ha sido un revulsivo para el
equipo. El Sevilla no podrá contar con el mediocampista mexicano
Torrado, por sanción, pero al no haber ganado en sus últimos cuatro
partidos necesitará una victoria para evitar sustos posteriores. El
partido en Tenerife será clave para la marcha del Valencia, y en él
juega indirectamente un Mallorca que tiene, tanto en los de
Clemente como en la Real Sociedad y Las Palmas, a dos enemigos
directos.
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