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Hace tres años Elena Gómez Servera (Manacor, 1985) emprendió un viaje. Decidió sacrificar parte de su juventud para convertirse en una buena deportista. Hoy ya es parte de la historia del deporte balear, es la mejor gimnasta española del momento y si las lesiones le respetan se convertirá en la primera mallorquina en participar en unos Juegos Olímpicos. Cuando apenas contaba con seis años Elena Gómez se iniciaba en el Gimnasio Can Costa de Manacor bajo las órdenes de Juana María Rigo.

Demostró ser la mejor gimnasta de las Islas y sus participaciones a nivel nacional despertaron el interés de Jesús Carballo. El seleccionador nacional se la llevó con 14 años a Madrid y la ha convertido en una deportista olímpica. La transformación de una buena gimnasta mallorquina a una deportista con pasaporte para Atenas conlleva importantes dosis de talento y muchas horas de entrenamiento. Elena Gómez se ejercita durante ocho horas diarias y continúa cursando estudios (1º Bachillerato). Tantas horas en la Blume le impiden ser una chica normal de 16 años. «Los jueves por la tarde y los domingos que tenemos libre salimos a dar una vuelta», pero cuando se le pregunta sobre novios asegura que está «a dos velas.

Los viernes después del entrenamiento no apetece salir y no tenemos tiempo para mantener una relación». La vida en Madrid ha supuesto para Elena un reconocimiento deportivo y dos grandes amistades. Asegura que el grupo de nueve gimnastas que conviven en unos pisos muy cercanos a la Blume son una piña, pero reconoce una mayor confianza con Sara Moro (Gijón) y Alba Planas (Mataró). Elena Gómez considera que la visión que se ha proyectado sobre el mundo de la gimnasia está totalmente distorsionada. «Creo que cuando vives este deporte la imagen es muy distinta a la que tiene la opinión pública. Nosotras comemos de todo y la disciplina que se nos exige no es tan exagerada.

El entrenador tiene que conseguir que la gimnasta esté concentrada al máximo pero aquí nadie riñe sin motivo» manifiesta la deportista de Manacor. Apenas quince días después de ser la única gimnasta española clasificada para las finales de tres aparatos (suelo, barra y salto) en el Europeo, la deportista de Manacor ya está preparando su próximo gran objetivo. En noviembre participará en el Mundial por aparatos donde deberá a medirse con las mejores especialistas: rusas, rumanas, ucranianas y estadounidenses.

Pero la cita marcada en rojo en el calendario de Elena es la Olimpiada de 2004 en Atenas. La gimnasta dice que «unos Juegos Olímpicos es lo más grande en el deporte y son el motivo por el que entreno tantas horas». Elena Gómez sabe que la fecha de caducidad de una gimnasta llega con apenas 20 años, pero no quiere marcarse una fecha para el adiós. Sólo quiere vivir el momento y ser olímpica.