Francia, actual campeona del mundo, llegó ayer a Seúl procedente de
Japón, donde efectuó una concentración de cinco días en la estación
termal de Ibusuki (sur) para aclimatarse a las tierras asiáticas.
Los «Bleus» deben jugar el 31 de mayo en la capital surcoreana el
partido inaugural del Mundial 2002 contra Senegal. En medio de un
importante dispositivo de seguridad, los dirigentes de la selección
francesa, con el entrenador Roger Lemerre a la cabeza, fueron
recibidos con coronas de flores, mientras los jugadores tomaron la
dirección del hotel, protegidos por guardaespaldas.
Zinedine Zidane, el centrocampista del Real Madrid, fue el más
vigilado por las fuerzas del orden, y fue rodeado por cinco o seis
agentes de seguridad que le abrían paso. Los franceses efectuarán
un último entrenamiento hoy antes de enfrentarse el domingo a Corea
del Sur en Suwon (sur de Seúl), último encuentro de preparación
antes de su debut mundialístico. Este equipo defiende la corona en
esta fase final y es una de las selecciones favoritas para llegar
otra vez al último partido.
El combinado, abanderado por «Zizu», la gran estrella del Real
Madrid, intentará aclimatarse cuanto antes a su nuevo entorno y
salir a ganar el primer partido para empezar ya a tomar ventaja en
relación al resto de equipos de su mismo grupo. No obstante este
último amistoso que jugará ante Corea es más que un simple partido
de preparación ya que el equipo azul no puede permitirse otro
tropiezo tras perder ante Bélgica en el último amistoso que disputó
hace una semana y que hizo saltar todas las alarmas en el entorno
del equipo nacional francés. Ahora es el momento de empezar a
ganar.
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