Alberto Cabezas SAITAMA
Inglaterra y Suecia empataron a un gol en el estadio de Saitama en un partido muy equilibrado, con un tiempo para cada equipo y en el que los británicos se fueron desinflando paulatinamente hasta terminar casi a merced de los suecos.
En la primera parte el dominio correspondió de principio a fin al equipo inglés, muy centrado en defensa con Campbell y Ferdinand muy expeditivos y un gran trabajo de los dos laterales, Mills y Andy Cole, que atacaron continuamente por las dos bandas. Los ingleses no daban un balón por perdido, en especial el delantero del Aston Villa Vassel, muy peligroso todo el primer tiempo.
Jaleados por unos ocho mil seguidores muy ruidosos, el premio a la presión inglesa llegó a la salida de un saque de esquina lanzado por Beckham muy cerrado que cabeceó sin oposición a la red Sol Campbell haciendo valer sus 188 centímetros.
Curiosamente, Beckham y Owen, las dos estrellas británicas brillaron poco, con el primero algo limitado físicamente tras el periodo de inactividad sufrido por su lesión hasta su sustitución a comienzos de la segunda parte, y Owen desafortunado toda la noche.
El equipo sueco aguantó el chaparrón de juego inglés en el primer tiempo y poco a poco ganó presencia en el cambio, en especial desde la entrada de Anders Svensson en el minuto 55.
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