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Alcanzar el puesto 300 del ránking ATP en un año es un reto complejo. Ponerse esta meta contando con 16 años es prácticamente una utopía. Pero si hay un tenista en el mundo capaz de conseguirlo, ese es Rafael Nadal. Dos días después de proclamarse campeón del mundo cadete regresa a las pistas para asaltar el Future Open Esport Club de Barcelona dotado con 15.000 dólares. El mallorquín sumó ayer su primera victoria y no se pone techos.

Rafael Nadal es en la actualidad el jugador número 363 del mundo. Apenas lleva nueve meses jugando torneos profesionales y ya se ha convertido en el tenista con mayor progresión del mundo. La pasada semana no pudo participar en el Future de Madrid porque estaba protagonizando el triunfo español en el Campeonato del Mundo por selecciones y afronta la cita catalana cargado de ilusión para continuar su imparable ascenso.

La temporada encara su recta final y Rafael Nadal se ha marcado como gran objetivo finalizar entre los trescientos mejores y poder centrarse el próximo curso en torneos challengers. El torneo de Barcelona no es el ideal para sumar puntos con facilidad ya que el cuadro es muy competitivo. En condiciones normales, Rafael, siendo el 363, debería salir como tercer o cuarto cabeza de serie. Como dato, señalar que el favorito se encuentra en el ránking 220.

De todos modos, Nadal dio un nuevo paso en el Torneo Open Esport Club que se disputa en las instalaciones que dirigen Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal. Nadal, que parte como séptimo cabeza de serie del cuadro, eliminó al japonés Kentaro Masuda (575 del mundo) por 6-7, 6-1 y 6-0. Su rival en octavos será el complicado Germán Puentes.