TW
0
FERNANDO FERNÀNDEZ Tal vez, el pabellón de La Casilla no es el lugar más idóneo para remontar el vuelo. Bilbao Básket, líder imbatido de la LEB, recibe al Drac Inca en el cuarto intento por estrenar el casillero de triunfos. En el vestuario del Palau d'Esports ha escocido la inesperada derrota ante Ulla Oil (69-70), una circunsancia que para José Àngel Samaniego «no ha diferido de lo de Huelva o Murcia, o si nos remontamos en el tiempo, al partido de Copa Illes Balears frente a Menorca. Empezamos fuerte, pero no somos capaces de ganar. ¿La explicación? Es una consecuencia directa de las lesiones, percances y la adaptación de las incorporaciones».

El cansancio es otro de los puntos débiles de un Drac Inca al que pasa factura la larga y movida pretemporada. «Cuando el jugador empieza a estar cansado, pierde claridad y clarividencia en la pista. En los finales de partido no tenemos claro cómo debemos jugar. No hay que trabajar sólo las situaciones de igualdad en los últimos minutos, sino el saber tomar decisiones acertadas», comentó el técnico donostiarra.

Tres derrotas en tres encuentros no son una buena carta de presentación. No saber manejar ventajas cómodas y venirse abajo en los instantes determinantes es pecado capital en la Liga LEB. Bilbao y Gijón pueden marcar un punto de inflexión, al igual que el esperado retorno de Alberto Alzamora, previsto, si no hay complicaciones, para la próxima cita en Inca.

El plantel profesional se muestra entero pero contrariado. «Al equipo le veo bien, molesto por la reiteración en las formas de las derrotas, y consciente de una realidad en la que es vital dar un paso al frente, si es posible en Bilbao», espetó un Samaniego para el que «ganar es urgente, dos derrotas en casa no son fáciles de digerir, y menos si llegan así», concluyó el preparador.