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FERNANDO FERNÀNDEZ El nombre de Toni Tauler ya forma parte de la historia del ciclismo, mientras que el de Joan Horrach está destinado a hacerlo en breves fechas. Finalizada una Vuelta a España disputada bajo promedios y condiciones selectivas, ambos ciclistas regresaron a Mallorca con dos metas diametralmente opuestas. Horrach ya piensa en la próxima temporada, de momento en el Milaneza MSS, y Tauler encara el Mundial de carretera de Zolder, recompensa a un final de curso extraordinario y a tres semanas en las que el de Santa Margalida se ha consolidado como hombre fuerte de Kelme-Costa Blanca, dominador de la carrera merced al triunfo de Aitor González y la nueva ascensión a lo más alto del podio del equipo alicantino.

Joan Horrach fue el mejor clasificado. Ubicado en el puesto 33º de la general individual, el hombre de Manuel Zeferino buscó la aventura en momentos puntuales, pero sufrió un revés en la clasificación camino de Córdoba. «Las fuerzas aguantaron hasta el final. Tras el primer día de descanso y con la llegada del mal tiempo, me pasó fugazmente por la cabeza la idea de retirarme por el dolor que rodilla que sufría, pero superado ese bache, todo vino rodado», manifestó el profesional de Deià, que destacó «la rapidez y los muchos finales en alto» de la Vuelta.

En lo personal y lo profesional, la Vuelta ha significado una experiencia «inolvidable, en especial la llegada al Bernabéu. Finalicé en una digna posición, y eso que llegué menos animado de lo normal por el palo que significó perder en Portugal por unos segundos». Con la temporada ciclista en recta de meta, Horrach orienta las próximas semanas hacia el descanso. «Ahora aprovecharé para relajarme unos quince días y acto seguido empezaré a correr por la montaña, hacer mountain bike, gimnasio y piscina», comentó un Horrach que vio en Aitor González «al ciclista más fuerte».