Como cabía esperar, hubo cambios en el conjunto de Jordi Arrese,
y Albert Costa salió en vez de Juan Carlos Ferrero, que prefiere
descansar y no complicarse su lesión en el tobillo derecho, para
vencer al número uno croata Ivan Ljubicic, por 6-3 y 6-4, y luego
Alex Corretja superó a Mario Ancic, por 7-5 y 6-3.
Costa, que tenía una ilusión increíble por jugar ese individual,
neutralizó los 15 saques directos de Ljubicic y con un despliegue
de golpes similar al que le llevó a las semifinales de Cayo
Vizcaíno destrozó a Ljubicic con gran autoridad. Luego Corretja,
hizo uso de su gran experiencia para doblegar al joven Ancic de 19
años, aunque para eso tuvo que superar una desventaja de 5-2 en la
primera manga, e incluso salvar un punto de set después. Alex ganó
seis juegos consecutivos para ganar el primer parcial y romper en
el primero del segundo. Luego todo fue más fácil para el español
que cerró el partido con un impresionante resto de derecha.
Así, España consiguió el mismo marcador que en Sevilla contra
Bélgica, para colocarse por cuarta vez en la historia en las
semifinales del Grupo Mundial (desde que se configuró así la
competición en 1981). Argentina será el próximo rival, del 19 al 21
de septiembre en España, en una sede todavía por decidir, pues
aunque Barcelona contaba como fija para esta confrontación tras un
pacto verbal con la Federación Española y la de Madrid, la derrota
de Francia ante Suiza en Toulouse impide que en caso de superar a
los argentinos, el equipo español juegue en casa la final, como en
principio estaba previsto, y en Madrid.
Al no haber posible final en España, la capital española tiene
ahora el máximo de posibilidades para el duelo contra los
argentinos, aunque para ello deben darse un par de condiciones. El
presidente de la Federación de Tenis de Madrid, Pedro Muñoz, quiere
mantener el respeto a lo que se acordó con el de la Catalana, José
Ferrer Peris, y la Española, Agustín Pujol, y sólo aceptaría la
semifinal si una vez ofrecida a Madrid, Peris le cediese esa
posibilidad. Cuando España iba a disputar la final de la Copa Davis
contra Australia en el 2000, el presidente de la Madrileña aseguró
al de la catalana que no entorpecería la elección de Barcelona,
como así fue, para que albergara en el Palau Sant Jordi el
histórico duelo.
Durante la jornada de ayer, tanto jugadores, capitanes como
directivos, mantuvieron reuniones para decidir lo más rápidamente
posible, tanto la sede del España-Argentina como la superficie. Lo
que parece ya fijo es que será al aire libre y en tierra batida, y
en el caso de Madrid, el Club de Campo Villa de Madrid es la mejor
opción, tanto por instalaciones como por la posibilidad de levantar
una pista con capacidad para 15.000 espectadores.
«Todavía tenemos que decidir la ciudad, pero todos pensamos al
cien por cien que será sobre tierra batida y al aire libre», dijo
Alex Corretja, que se erigió en portavoz del equipo español,
«aunque lo más importante es que jugaremos las semifinales en
casa». Tanto el cuerpo técnico como los jugadores españoles
analizaron el enfrentamiento ante el equipo argentino en
semifinales.
«Consideramos a Argentina como uno de los mejores equipos del
mundo sobre tierra batida. Son duros y muy complicados, pero
debemos pensar en nosotros mismos. Tenemos dos campeones de Roland
Garros y otros dos finalistas y estamos en un momento de forma
impresionante», indicó Jordi Arrese, capitán del equipo.
Arrese aseguró que si hay un conjunto que debe estar preocupado
por el enfrentamiento de semifinales tiene que ser Argentina.
«Ellos tienen que estar preocupados porque tendrán que encontrarse
en un momento de forma impresionante para ganarnos. Jugamos en casa
y llevamos un 10-0 a favor en las dos eliminatorias que hemos
disputado», agregó.
En la misma línea se mostró Carlos Moyá, quien no supo destacar
a algún jugador argentino por encima del resto. «Todos son muy
duros, tienen a Nalbandián, Gaudio e incluso Cañas, si se
recupera», señaló.
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