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El Mallorca se recreó otra vez contra el Madrid. El once de Pacheco bajó de la galaxia a un equipo repleto de estrellas y de artistas pero carente de sacrificio y de capacidad de desgaste. l cuadro de Pacheco, mucho más metido en el encuentro, fue capaz de levantar un marcador en contra y situar en el luminoso de Son Moix un dos a uno que deja la eliminatoria ligeramente equilibrada en su favor con vistas al partido de vuelta a disputar en Son Moix.

El equipo de Jaime Pacheco destilaba sorbos de buen fútbol, de cohesión y de organización y bajo ningún concepto se dejaba impresionar por el ramillete de estrellas que tenía en frente. El Madrid daba la impresión de que se quedaba en la galaxia y se olvidaba de bajar a la tierra. Los baleares exhibían un juego vertical y los blancos apostaban por especular guiñando el ojo al partido de vuelta, más que en hacer bien el trabajo en el primer envite. l Madrid sólo hizo lo que le permitió el Mallorca. Es decir, si marcó fue porque Leo Franco no estuvo acertado en el rechace de un corner, lo que facilitó enormemente las cosas a Figo para adelantar a su equipo en el marcador.

La segunda Supercopa está más cerca, pero queda todavía el asalto al Bernabéu, por lo que toda euforia debe contenerse. No obstante, el primer choque oficial del Mallorca, además de un buen resultado dejó detalles que invitan al optimismo. El debut de Toni González, el fútbol de Ibagaza, la zancada de Etoo y la pegada de Arnold Bruggink fueron algunos de los detalles positivos que dejó el nuevo proyecto futbolístico del técnico portugués. El Real Mallorca se permitió el lujo de ser mejor que el Madrid, pero todo el esplendor que ofreció en la creación, no era capaz después de rematar ante los dominios de Casillas, principalmente en el primer tiempo.