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Javier García-Ochoa|MONZA
El alemán Michael Schumacher (Ferrari F2003 GA) consiguió una importante victoria en el Autódromo Nacional de Monza, al imponerse en el Gran Premio de Italia, por delante del colombiano Juan Pablo Montoya (Williams-BMW), después de cinco carreras sin subir a lo más alto del podio.

En cuanto a los españoles, Marc Gené (Williams-BMW) consiguió el mejor resultado de su carrera al acabar en quinta posición y sumar cuatro puntos para el campeonato del mundo, mientras que Fernando Alonso (Renault R23B) fue octavo, posición conseguida en la última vuelta al adelantar al alemán Nick Heidfeld (Sauber-Petronas), con lo que sumó un punto.

La carrera estuvo prácticamente dominada de principio a fin por Michael Schumacher, quien tan sólo cedió el liderato a Montoya en la vuelta 16 de las 53 de que constaba una carrera que ha tenido pocos momentos emocionantes, sólo los vividos en la primera y en la última vuelta.

En la salida el británico Justin Wilson (Jaguar R4) no arrancó, el holandés Jos Verstappen (Minardi-Ford) tuvo que desviarse para evitarle, y Fernando Alonso, que salía desde el último puesto, se subió por encima del Minardi y salió volando. Ahí pensó el asturiano que terminaba su carrera.

Pero tras detenerse en boxes para cambiar el morro del coche, comprobar los daños sufridos y echar gasolina para cambiar de táctica y hacer una sola parada, Alonso salió con precaución a la pista y durante tres vueltas no forzó el ritmo, hasta comprobar que no había nada roto. Al llegar a la segunda variante Montoya superó por el exterior a Schumacher, pero éste defendió muy bien su posición. Los coches se emparejaron y a la salida de nuevo el alemán era líder.

El colombiano, tras su primera parada para repostar, presionó a Schumacher. Su desventaja era de poco más de un segundo, pero se detuvo primero para hacer el segundo repostaje, y cuando lo hizo el alemán tres vueltas después se incorporó a la pista de nuevo en cabeza. Durante cinco vueltas volvió a acosar a Schumacher, pero al final tiró la toalla y se conformó con el segundo puesto, que deja a Montoya a tres puntos del alemán en la lucha por el título a falta de dos carreras.

Marc Gené, en su regreso a la Fórmula Uno, hizo una carrera impecable. El italiano Jarno Trulli (Renault R23B), que abandonó antes de completar la primera vuelta por un problema hidráulico, le cerró en la salida, y eso le hizo perder dos puestos en beneficio del británico David Coulthard (McLaren-Mercedes) y del francés Olivier Panis (Toyota).

A Panis lo adelantó en la segunda vuelta y a Coulthard lo estaba presionando después de la segunda parada, cuando Gené disponía del juego de neumáticos más competitivo, cuando el motor del McLaren-Mercedes se paró en la recta y el catalán pasó a la quinta posición, que le daba cuatro puntos para la clasificación del mundial.

Mientras Alonso perseguía lo que parecía imposible, sumar también algún punto, en la vuelta 16 se había saltado la segunda variante, porque el coche, muy cargado de gasolina, no había podido frenarlo a tiempo y arrancó parte del fondo plano.

Este incidente hizo sin embargo que el coche mejorara en su comportamiento y a partir de ese momento comenzó a ir cada vez más rápido. La avería del alemán Heinz-Harald Frentzen (Sauber Petronas), a dos vueltas del final, le hizo subir al puesto noveno, y en la última vuelta superó a Nick Heidfeld (Sauber Petronas) para sumar un punto.