El Drac Inca abre el curso con una derrota en Melilla

MELILLA (46+49): Terdenge (2), Williams (17), Van Passen (8), Krieger (3), García (17) -cinco inicial-. También jugaron Daniel López (13), Flanders (8), Martínez (27) y Navarro.

28/53 en tiros de dos, 10/20 en triples y 9/17 en tiros libres. 31 rebotes (21 en ataque y 10 en defensa).

DRAC INCA (39+44): Alzamora (6), Bulfoni (17), Johnson (9), Ezugwu (22), Ibarra (7) -cinco inicial-. También jugaron Sergio Rodríguez (13), Bustamante (2) y Young (7).

27/51 en tiros de dos, 6715 en triples y 11/14 en tiros libres. 37 rebotes (26 en defensa y 11 en ataque.

Àrbitros: Soto y Santa. Eliminaron por faltas a Ibarra.

Àrea 11|MELILLA

La falta de acierto en el juego exterior en los momentos decisivos, y la aportación de los hombres de perímetro del Melilla acabaron condenando al Drac Inca en su puesta de largo en la competición. El equipo de Xavi Sastre siempre fue a remolque y nunca logró el gobierno del encuentro, por lo que sufrió su primera derrota (95-83). El inicio de partido fue confuso, porque Melilla y Drac Inca apenas ofrecieron luz en ataque. Muchos balones perdidos, poca precisión en el perímetro y mucho tráfico en la pintura. Con todo, el equipo norteafricano mejoró y empezó a marcar diferencias, lo que obligó a Xavi Sastre a solicitar el primer tiempo muerto a falta de 4.24 para finalizar el primer período. Los mallorquines empezaron a conceder distancias que oscilaban entre los seis y los ocho puntos, y la primera entrega acabó con un 27-19 para el Melilla.

Drac Inca seguía sin anotar desde la línea de 6.25, mientras Lluís Martínez martilleaba su aro desde el perímetro. Los melillenses lograron su máxima ventaja (41-28) y empezaron a poner la cita muy cuesta arriba para los isleños. Un arreón del Inca les acercó en el marcador, que reflejaba un 46-39 al descanso.

El segundo acto tuvo un inicio todavía peor, porque los de Sastre acumulaban un cero de siete en intentos triples y el Melilla vencía 73-56 a falta de un minuto para cerrar el tercer cuarto. Fue entonces cuando apareció Sergio Rodríguez, que anotó dos triples consecutivos y maquilló el electrónico (75-61). En el último cuarto nada cambió, y el Melilla anotó con fluidez.