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El filial del Real Mallorca se sumerge en la quinta jornada del campeonato de liga dispuesto a propinar un vuelco a su trayectoria para enderezar el rumbo de su camino. Para ello, el equipo de Toni Cazorla se desplaza al terreno de juego de un Girona cargado de argumentos que pretende aprovecharse del trabado arranque de los baleares. Al técnico mallorquinista se le comienza a amontonar el trabajo y alcanza una nueva prueba en el calendario sin haber solucionado sus problemas de adaptación a las exigencias de la categoría. La caída ante el Yeclano el pasado domingo (1-2) desnudó las carencias del grupo y resultó dolorosa por la forma en la que se produjo, pero el plantel necesita una respuesta que le sirva para abandonar el pozo de la clasificación y para ello es obligatorio extraer algo positivo del desplazamiento a tierras gerundenses.

Cazorla podría dar nuevamente minutos a los juveniles Víctor y David Giménez, que regresan a la convocatoria, aunque pierde a Tomeu Reynés tras su expulsión de la última jornada y mantiene la baja del lesionado Xisco Cladera en el centro del campo. El preparador podría apostar así por los hombres que jugaron frente al Yeclano en la última entrega de la competición. El Girona que dirige Moratalla, pese a su condición de recién ascendido, reune mucha calidad en sus filas y cuenta con futbolistas como el delantero Javi García o el ex rojillo Jordi Vinuesa.