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Carlos Román / Efe
Si en la caseta mallorquinista hay algún nombre vinculado al del Albacete Balompié, ése es el de Jesús Perera. El ariete encara su partido más especial desde que vuelve a vestir de rojillo y si finalmente forma parte de la expedición, volverá a pisar el césped del estadio que le coronó como el máximo realizador de la categoría de plata. «Me han llamado durante la semana ya que tengo muchos amigos allí y espero estar en la convocatoria porque me hace mucha ilusión», comentaba.

Para el extremeño, la ciudad manchega supone «el sitio donde he pasado los años más importantes de mi carrera. Han sido dos temporadas en las que me han salido bien las cosas y en las que pude ganar mucha confianza». Perera ha topado en este comienzo de curso con la inspiración de Arnold Bruggink y ante la imposibilidad de desbancar del once a un futbolista de la talla de Samuel Etoo, asume el rol y prefiere prolongar su esfuerzo a la espera de disponer de más minutos y aprovechar las ocasiones que se le brindan. «Está claro que es muy difícil jugar aquí, pero a mí lo único que me queda es trabajar en los entrenamientos y demostrarme a mí mismo que valgo. La ilusión no me la quita nadie», aclara el punta.

Jesús, que conoce la filosofía del equipo manchego y las directrices en las que se basa su técnico, pronostica un choque complicado «porque ellos tienen muchas ganas de puntuar. Nos van a poner las cosas difíciles y si no salimos agresivos y con intensidad lo pasaremos mal», advierte. Si finalmente logra estrenarse como goleador, desconoce si celebrará el tanto «porque el hecho de marcar me parece algo importante y ahora mismo no sé qué haría», concluye.