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C.R.
La asamblea general ordinaria y extraordinaria convocada por la Federación Balear de Fútbol (FBF) se celebró ayer en los locales de la calle Sócrates con la presencia de trece asambleístas que aprobaron todos los puntos establecidos en el orden del día. Los dirigentes que habían sido inhabilitados a raíz de la decisión del Comité de Disciplina Deportiva en el «caso Borrás» no podían participar en la misma y pese a que habían sido invitados a acudir por el presidente de la gestora, Miquel Bestard, sólo uno de ellos, Tomás Ballester, compareció en la mañana de ayer en las instalaciones federativas.

Por lo demás, Miquel Bestard tuvo un estreno plácido y relajado que sacó adelante sin ninguna complicación. En primer lugar se aprobaron las actas de las asambleas anteriores y tras la salutación presidencial, en la que Bestard recordó a los miembros ausentes y subrayó el trabajo realizado hasta el momento, se dió también el visto bueno a la memoria de actividades del ejercicio anterior.

Seguidamente pasaron a considerarse algunos puntos de la competición propiamente dicha y entre ellos se hizo especial hincapié en las retiradas que se producen en cada comienzo de campeonato y que conllevan la consiguiente reestructuración de categorías y calendarios. Los asambleístas se mostraron preocupados por este asunto y además de intentar fijar para el mes de septiembre la inscripción de los equipos, se valoraron diversas alternativas para poner remedio al problema.