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Los caminos de Samuel Etoo y Aragonés han vuelto a encontrarse. Delantero y técnico guardan una especial relación desde que coincidieron por primera vez en la Isla y ayer pudieron retomarla en los campos de Son Bibiloni cuando el camerunés se unió a la plantilla tras regresar a Mallorca procedente de su país. «Después de la destitución de Pacheco, el mejor técnico que podía venir era Luis y por eso le llamé para decirle que nosotros le seguíamos queriendo y para ver si podía hacer un esfuerzo para entrenarnos -relata el delantero-. Cuando estaba en el Atlético también hablé varias veces con él y ya sabía que yo quería estar donde él estuviera».

En su primera sesión junto al madrileño, Etoo esbozó cuales son las principales novedades entre sus métodos y los de su antecesor y afirmó que «el entrenamiento de hoy -por ayer- ha sido corto pero muy intenso y eso es lo que nos gusta más a todos. No es que haya llegado como un mago, pero tiene muchas cosas que ofrecer que otros no tienen. Necesitamos a la gente (a la afición), pero él es un campeón y a la gente le gusta estar al lado de los campeones», apunta. Siguiendo con su discurso acerca del nuevo jefe dentro de la caseta, el delantero africano explicó que «manejar un grupo de tantas personas no es fácil y en ocasiones un vestuario es como una família. Siempre surgen malentendidos y problemas que se tienen que solucionar y es difícil encontrar un padre mejor que Luis».

Etoo quiso completar su visión sobre el técnico añadiendo un ejemplo evidente cuando se le preguntó por el de Hortaleza y su asignatura pendiente con el banquillo del Madrid. «Para mí es el mejor entrenador del mundo. Scholes es el mejor centrocampista y tampoco juega en el Madrid y Makelele es un fenomeno y tampoco está. No todos podemos jugar allí», aclara. «Puede entrenar a cualquier equipo y tenemos que sentirnos orgullosos de lo que tenemos». Aragonés destacó en su presentación la función que cumple Etoo y le señaló como su referencia atacante y ante la pregunta de si se siente responsabilizado por esa consideración, el punta declara que «siempre intento asumir mi papel en el campo y fuera del mismo. Mi carácter a veces es un poco más fuerte que el de otros, pero debo aceptarlo y llevarlo así».